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Luces de alarma en la escuela secundaria

Miércoles, 14 de junio de 2023 02:40

La educación secundaria es un pilar fundamental en el desarrollo de los jóvenes y su futuro, pero la situación por la que atraviesa desde hace ya demasiado tiempo, y que se vio agravada por la pandemia, es crítica: cada 15 minutos de las jornadas lectivas efectivas un estudiante abandona la escuela secundaria en Salta. A este preocupante dato llegué luego de hacer el seguimiento de una cohorte especifica durante 5 años recientes.

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La educación secundaria es un pilar fundamental en el desarrollo de los jóvenes y su futuro, pero la situación por la que atraviesa desde hace ya demasiado tiempo, y que se vio agravada por la pandemia, es crítica: cada 15 minutos de las jornadas lectivas efectivas un estudiante abandona la escuela secundaria en Salta. A este preocupante dato llegué luego de hacer el seguimiento de una cohorte especifica durante 5 años recientes.

La cohorte que ingresó a primer año del secundario en 2017 fue de 34.789 alumnos, según datos oficiales. En 2021 llegaron a quinto año 20.470 estudiantes, pero solo recibieron el diploma inmediatamente 13.370. Es decir que desertaron en esos cinco años 14.319 y casi 7.000 demoraron en completar las materias. Calculando que, pandemia de por medio, en esos cinco años hubo unas 4.000 horas de clases, se desprende que, por hora, entre 3,5 y 4 alumnos se fueron del sistema.

Si sumamos el bajo rendimiento académico de los que quedan, la repitencia y la falta de calidad educativa, se hace evidente la urgencia de estos problemas. En los últimos años, a pesar de los esfuerzos realizados por distintos gobiernos tomando medidas para tratar de mejorar la situación de este nivel, los resultados no han sido satisfactorios,probablemente porque lo que se necesita es un cambio profundo en el sistema educativo. Hay que asumir los paradigmas de esta época y garantizar oportunidades de aprendizaje de calidad, así como la culminación exitosa de los estudios secundarios. Y es imprescindible para robustecer la formación que permita a los jóvenes acceder a mejores oportunidades.

A pesar de la obligatoriedad del secundario establecida por la Ley de Educación Nacional 26206/06, en los últimos 10 años la tasa de crecimiento promedio anual de la matrícula en Salta ha sido exigua; solo el 1%. Al mismo tiempo, los cargos docentes crecieron el 7% en el mismo período, y la inversión educativa alrededor del 5% en términos reales. La cantidad promedio de alumnos por cargo docente ha disminuido en los últimos años a raíz de este aumento, alcanzando los 16 alumnos por cargo en el año 2021. En promedio hay menos alumnos por cada cargo docente, pero la situación no mejora. Las estadísticas dan cuenta que los cargos aumentaron, pero los problemas siguen, e inclusive se profundizan.

¿Por qué abandonan?

El nivel secundario es crucial para el desarrollo personal, las oportunidades futuras y la adquisición de habilidades y competencias para el empleo y la participación activa en la sociedad. Sin embargo, la realidad en Salta demuestra un grave déficit en este aspecto. La tasa de retención es muy baja en Salta. De cada 10 alumnos que ingresan a primer año solo 6 llegan a quinto año cursando normalmente, y apenas 4 logran obtener su título. El resto repite uno o más años, o directamente abandona. El abandono es muy superior a la repitencia. Las causas del abandono suelen ser múltiples; principalmente impulsadas por razones personales, de aprendizaje y socioeconómicas.

¿Por qué aprenden poco?

Los jóvenes del nivel secundario salteño tienen problemas de aprendizaje. Las pruebas nacionales e internacionales, Aprender, PISA o ERCE, muestran resultados desalentadores en áreas claves como lengua, matemáticas y ciencias. Además, existe una brecha en el rendimiento académico en las regiones de la provincia y los distintos niveles socioeconómicos, profundizando las desigualdades educativas. La realidad es que el sistema educativo está profundizando las desigualdades que necesita combatir. De acuerdo a los resultados de las últimas pruebas Aprender del secundario en Salta, que evaluaron a 14 mil alumnos de 5º año, 4 de cada 10 estudiantes están en el nivel básico, o por debajo en Lengua, un poco más alto que el promedio nacional que es de 3 de cada 10 estudiantes. En cambio, en Matemáticas son 8 de cada 10 los estudiantes en esa condición. Analizando las trayectorias con los resultados de aprendizaje, los que llegan en el tiempo teórico, es decir en los cinco años de cursado del secundario, solo 11 estudiantes salteños de cada 100 que llegan a 5º año del secundario tienen, en promedio, resultados satisfactorios y avanzados tanto en lengua como en matemáticas. En Argentina son 16.

Los recursos

Según el Observatorio Argentinos por la Educación, entre los años 2004 y 2021, 12 de las 24 jurisdicciones a nivel nacional disminuyeron la participación de educación en sus presupuestos, pero Salta figura entre las que no lo hicieron; inclusive es una de las jurisdicciones que destinó más recursos; en el 2021 incremento un 8,3% más. Es una de las provincias que mayor proporción de su presupuesto dedicó a educación (28%) junto con Buenos Aires (30,8%). Pero un mayor presupuesto educativo no es garantía de una mejor educación.

Con solo aumentar el gasto no alcanza para mejorar el aprendizaje en la provincia. La educación es un sistema complejo y multifacético; hay problemas estructurales que es necesario resolver; es decir, tomar medidas adecuadas para que sea eficaz el gasto que se realiza. Estos problemas no se resuelven solo aumentando el presupuesto. La desigualdad socioeconómica afecta negativamente el desempeño escolar. Seguramente contribuiría a la mejora de esta situación una planificación estratégica integral y coordinación efectiva de acciones entre los diferentes actores y niveles del sistema educativo, entre otras medidas.

Educación y pobreza

Joseph Stiglitz, un renombrado economista que recibió un Premio Nobel en el área que investiga y escribe sobre desigualdad, ingresos y riqueza, ha destacado el papel fundamental que desempeña la educación en el incremento del ingreso. Según su perspectiva, una educación de calidad puede ser un factor clave para aumentar la movilidad social y reducir la desigualdad. Stiglitz sostiene que una educación adecuada no solo proporciona a las personas habilidades y conocimientos necesarios para acceder a empleos bien remunerados, sino que también puede ayudar a mejorar la capacidad de adaptación a los cambios económicos y tecnológicos propios de las épocas que les toca vivir.

La educación tiene un correlato directo con la pobreza. La falta de educación media limita las oportunidades de empleo e ingresos, contribuyendo a la persistencia o el aumento de la pobreza en Salta. El bajo porcentaje de los estudiantes que logra obtener su título en término es un indicador alarmante de exclusión del empleo y de ingresos dignos.

Optimizar la calidad educativa y el poder de retención de los estudiantes es crucial para abrir sus horizontes, y los de la sociedad. La desigualdad y la exclusión social es la gran amenaza que se cierne sobre el mundo contemporáneo. El trabajo ha ingresado en una dinámica vertiginosa frente a la cual es decisivo contar con habilidades, competencias y conocimientos necesarios para afrontar la vida personal y profesional en condiciones de adaptarse a las nuevas tecnologías y a procesos que aún son inimaginables.

La sociedad y el Estado, a través del sistema educativo, deben garantizar calidad académica y niveles de aprendizaje sólidos. Ese es un indicador de éxito para una sociedad que debe adaptarse a los cambios de la humanidad.

Llamado urgente

Es imperativo que las autoridades educativas, la sociedad en general y los actores involucrados en la educación secundaria en nuestra provincia tomen medidas para abordar los desafíos mencionados. Es necesario implementar estrategias y políticas educativas que promuevan la retención, el aprendizaje significativo y la graduación en el nivel secundario. Esto implica abordar una multiplicidad de variables que contribuyen a la situación en que se encuentra, como las barreras que dificultan el acceso equitativo a la educación, los factores socioeconómicos y geográficos, etc.

Es fundamental brindar apoyo y recursos a aquellos estudiantes que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, asegurando que tengan igualdad de oportunidades para completar sus estudios. Además, es necesario mejorar la calidad de la educación. Las pruebas nacionales e internacionales de evaluación del aprendizaje revelan que muchos estudiantes están obteniendo resultados insuficientes.

Es esencial fortalecer los programas educativos, el currículo y las metodologías de enseñanza para garantizar un aprendizaje significativo y de calidad. La educación es la clave para construir una sociedad más justa, equitativa e inclusiva, y es responsabilidad de todos asegurar que ningún estudiante quede rezagado en su camino educativo.

 

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