Una emotiva e impactante jornada se vivió durante la 23ª Peregrinación Juvenil Mariana que, bajo el tradicional lema "María, en tus manos mi esperanza", contó este año con una masiva participación de fieles.
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Una emotiva e impactante jornada se vivió durante la 23ª Peregrinación Juvenil Mariana que, bajo el tradicional lema "María, en tus manos mi esperanza", contó este año con una masiva participación de fieles.
Más de 3.000 peregrinos asistieron en esta edición, entre jóvenes y adultos que participaron de una jornada histórica para la diócesis de Oran, el pasado domingo.
El encuentro comenzó a las 7 de la mañana en el cruce de Pichanal, donde miles de personas asistieron para recibir la bendición antes de emprender un recorrido de poco más de 24 kilómetros hasta Orán. Esta peregrinación, una tradición anual arraigada ya en la comunidad, busca fortalecer la fe y la unidad entre los jóvenes.
La marcha fue custodiada por personal de Gendarmería y de la Policía. Durante la jornada los peregrinos tuvieron la oportunidad de compartir momentos de reflexión, oración y camaradería. Hicieron una parada al mediodía para almorzar en el Complejo Deportivo Yrigoyen.
El padre Rubén Gutiérrez, párroco de la iglesia de la Santa Cruz de Tartagal, expresó que "es un desafío esto de la peregrinación mariana, porque se requiere de una importante preparación no solo para recibir a los jóvenes sino que también implica que las parroquias hagan su esfuerzo, atendiendo a las dificultades económicas que estamos atravesando. Es por eso que este año se encuentra un poco más austera la caminata, ya que no contamos con sonido desde Pichanal".
La multitud llego a Orán cerca de las 17, donde se celebró la misa en la plazoleta Eduardo Arias. La celebración estuvo presidida por monseñor Luis Scozzina, quien se dirigió a los fieles instándolos a seguir a Jesús que es Camino. "Con esta peregrinación mariana expresamos nuestro deseo, nuestra convicción de que la vida es un camino hacia el encuentro con Dios Padre". Luego los instó "a salir del propio mundo para ir al encuentro del hermano y abrirnos al encuentro personal con Dios. Oremos por aquellos que no tienen la posibilidad de vivir dignamente".