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La inflación aleja cada vez más el sueño de la vivienda propia

Es inalcanzable para la clase media y jóvenes profesionales. Aumentó la cantidad de familias inquilinas y la oferta de alquileres se desvaneció. Hoy un trabajador del sector  formal debe destinar 174 sueldos completos para tener una casa de 60 metros cuadrados. 
Jueves, 06 de julio de 2023 02:37

En Salta, por la alta inflación y la depreciación de los salarios el techo propio es un sueño que se alejó ya no solo para familias con niveles de ingresos medios, sino inclusive para jóvenes profesionales, a pesar de que muchas casas y departamentos se venden hoy por los mismos precios en dólares que tenían años atrás e incluso a valores más bajos.

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En Salta, por la alta inflación y la depreciación de los salarios el techo propio es un sueño que se alejó ya no solo para familias con niveles de ingresos medios, sino inclusive para jóvenes profesionales, a pesar de que muchas casas y departamentos se venden hoy por los mismos precios en dólares que tenían años atrás e incluso a valores más bajos.

El mercado inmobiliario local, además de estas variables, muestra una retracción sin precedentes en la disponibilidad de viviendas para alquilar. La ley que se aprobó en plena pandemia, con la supuesta finalidad de favorecer a familias inquilinas, tiene hoy a una parte de ellas ahogadas por alquileres impagables, y a otra deambulando sin poder conseguir siquiera una pieza, porque la oferta se pulverizó.

Los datos intercensales muestran que en los últimos 11 años la provincia sumó cerca de 163.000 nuevas viviendas, fundamentalmente por grandes desarrollos inmobiliarios del sector privado y por pequeñas obras que encararon particulares en diversos barrios y villas con los medios y recursos a su alcance.

En los planos que se presentaron para su visado en el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines (Copaipa) quedó reflejado el gran volumen de obras habitacionales que particulares y desarrollistas privados ejecutaron en la última década. En esos mismos registros se evidencia que la participación estatal, a través de viviendas sociales, representó menos del 10% en el total de las incorporaciones.

De los datos intercensales también surge que en la provincia, al igual que en el resto del país, el porcentaje de los hogares que disponen de la propiedad de las viviendas que habitan es hoy menor que en 2010. Se desprende, además, que en la última década la cantidad de familias inquilinas aumentó considerablemente.

Por otra parte, la encuesta oficial que abarcó al Gran Salta en el segundo semestre de 2022 arrojó un 8% más de hogares en situación de pobreza económica, en comparación con las mediciones del segundo semestre de 2021.

Estos y otros indicadores reflejan el drama de miles de nuevas parejas y familias para las que un techo propio, una vivienda digna, son aspiraciones cada vez más esquivas, al igual que la posibilidad de alquilar y de calificar para un crédito hipotecario.

"Hoy el crédito hipotecario es inalcanzable, salvo en líneas subvencionadas como las de Procrear y las que ofrecen también algunos bancos oficiales, como el de Córdoba, pero que son un verdadero privilegio por su acceso restringido", advirtió Lucas Dapena, economista jefe de la Fundación Mediterránea en el NOA.

El referente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) afirmó que el crédito hipotecario es un problema que no tiene solución con los actuales índices inflacionarios del país. "La casa propia es una meta lejana, ya no solo para las familias con ingresos medios sino también para jóvenes profesionales", remarcó Dapena.

El ritmo de construcción de viviendas sociales, en las condiciones actuales de la economía del país, está lejos de poder responder a todas estas necesidades y achicar el déficit habitacional. Se necesitan nuevas soluciones, alternativas de financiamiento distintas a las tradicionales y una adecuada articulación de esfuerzos públicos y privados para reducir las brechas.

 Caída de los salarios

Hoy una vivienda de 60 metros cuadrados cuesta el equivalente a 174 sueldos promedio de un trabajador formal de Salta. Según datos publicados en el portal oficial de la Nación, el haber promedio se ubicó en abril en $143.171. Para ese mismo mes el Copaipa calculó el costo de construcción de cada metro cuadrado de una vivienda Fonavi en $206.688. Este valor indicativo había sido de $98.080 en el cuarto mes de 2022. Es decir que en doce meses acumuló incrementos del 111%, en línea con la inflación interanual.

En el caso de los edificios, el metro cuadrado de construcción se encareció un 115%, ya que pasó de $98.197 en abril de 2022 a $211.013 en el cuarto mes de este año.

El cruce de registros deja ver la depreciación del salario, ya que en 2018, con un sueldo promedio se podía construir en Salta un metro cuadrado, y hoy apenas alcanza para poco más de dos terceras partes (69%) de un metro cuadrado.

 

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