Francisco Torres Cazón, de diez años, es un destacado y premiado bailarín de folclore metanense. Tiene un enorme legado de fe porque su abuelo, don Alejandro Cazón, de 80 años, fue el primer peregrino de Metán. Durante 26 años el hombre hizo la peregrinación y con su familia siguen impulsando el grupo denominado "Metán Camina al Milagro".
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Francisco Torres Cazón, de diez años, es un destacado y premiado bailarín de folclore metanense. Tiene un enorme legado de fe porque su abuelo, don Alejandro Cazón, de 80 años, fue el primer peregrino de Metán. Durante 26 años el hombre hizo la peregrinación y con su familia siguen impulsando el grupo denominado "Metán Camina al Milagro".
Esta historia de devoción comenzó en 1994 y se repitió hasta el año 2020. Don Cazón dijo que tenía una mezcla de sentimientos y preocupación por el contexto de pandemia que hubo, pero destacó que la fe seguía intacta. Desde ese año ya no camina por su edad y porque tiene que cuidar su salud. Este año nuevamente acompañó a los peregrinos, los ayudó y asistió durante el largo caminar de cinco días.
"Yo camino por mi abuelo desde el año pasado y siento una gran alegría. Es hermoso cumplir con esto tan lindo que él nos brindó a mi familia", dijo Francisco.
El pequeño y premiado bailarín de Metán es hijo de Adriana Cazón, quien es hija del primer peregrino de esa localidad. "Mi padre ahora nos acompaña, pero no hace la caminata. Ayuda a los peregrinos, los asiste, comparte con todos y les da aliento", dijo Noemí Cazón otra de las hijas de don Alejandro, quien coordina el reconocido grupo.
El jueves pasado fue muy emocionante ver a don Cazón acompañar a los peregrinos de esa localidad en su ingreso a la Catedral. Luego Francisco y su abuelo se abrazaron y rompieron en llanto de la emoción.
El hombre de fe y referente de los peregrinos metanenses se jubiló como peón rural. Con su esposa, Lucía Ortega, tuvo seis hijos, cuatro mujeres y dos varones, y formó una hermosa familia con la que vive en el barrio El Crestón, en la zona norte de la localidad.
La peregrinación de Cazón comenzó cuando hizo una promesa al Señor y a la Virgen del Milagro para pedirle por la salud de su hijo Martín, a quien le diagnosticaron hidrocefalia cuando nació. "Estábamos desesperados porque el bebé tenía problemas auditivos y visuales", recordó.
"Entonces le dije en mis rezos al Señor que iba a ir caminando a la festividad del Milagro en Salta capital y así lo hicimos con mi tío, Pedro Damián Soria. Fuimos los dos primeros peregrinos del sur de Salta, en el año 1994", contó don Cazón.
El peregrino recordó que su hijo en ese momento estaba en Buenos Aires y que lo estaban por operar para colocarle una válvula en la cabeza: "Allí se produjo el milagro. Le hicieron los análisis y, por obra de Dios, no hizo falta la intervención".