El Ministerio de Seguridad de la Nación elevó a 5 millones de pesos la recompensa ofrecida para quienes aporten datos que ayuden a dar con el paradero de María Cash, quien se encuentra desaparecida desde el 8 de julio de 2011.
inicia sesión o regístrate.
El Ministerio de Seguridad de la Nación elevó a 5 millones de pesos la recompensa ofrecida para quienes aporten datos que ayuden a dar con el paradero de María Cash, quien se encuentra desaparecida desde el 8 de julio de 2011.
María Cash tomó un colectivo en la terminal porteña de Retiro, con destino a San Salvador de Jujuy, y fue vista por última vez en Salta, el 8 de julio de 2011.
Ese día, fue captada -un tanto "desorientada"- por las cámaras de seguridad de la entonces empresa concesionaria de la autopista, en la plaza de peaje, pero desde entonces no se supo nada más.
Ahora, las autoridades nacionales dispusieron una recompensa de 5 millones de pesos para quienes aporten datos sobre su paradero y difundieron una imagen de la mujer extraviada con la proyección de edad realizada por el equipo pericial de la Consultora Integral en Seguridad WD.
El Ministerio de Seguridad indicó que las personas que tengan datos para colaborar con la investigación pueden comunicarse telefónicamente al 134 y el mail [email protected] por denuncias anónimas.
Una historia, un enigma
Un viernes 8 de julio de 2011 María Cash fue vista por última sobre la ruta nacional 34, en Salta. Tenía 29 años y un sueño por emanciparse económicamente. A casi 13 años de su paso por la provincia, tanto la mujer como su familia no obtienen justicia.
Todo comenzó un 4 de julio de 2011, cuando la joven partió de Retiro rumbo a San Salvador de Jujuy, lugar al que llegó varios días después ya que realizó varios trasbordos.
De un solo tramo había llegado a San Miguel de Tucumán el 5 de julio. Se quejó telefónicamente de gente. Adujo no sentirse cómoda y por eso se bajó del micro, según trascendidos. Luego, en otro ómnibus, llegó a Rosario de la Frontera, Salta. Estuvo en la terminal varias horas y poco después abordó un camión hacia Santiago del Estero.
Un amigo que la esperaba en Jujuy le envió un pasaje para que viajara hacia allí. El miércoles 6 arribó a San Salvador. Desde el teléfono celular de un mecánico, a quien le pidió ayuda por quedarse sin batería el suyo, llamó a su amigo.
Si llegó o no a esa casa nunca quedó claro. Sí se sabe que apareció nuevamente horas después en la ruta nacional 34, en las inmediaciones de Pampa Blanca, límite con Salta.
A las 17, llamó a su familia desde un locutorio y dijo que deseaba volver a Buenos Aires. Allí la familia decidió radicar la denuncia. Ese mismo miércoles, muy tarde ya queda grabada por cámaras del expeaje Aunor. Ya no tenía su valija, solo una mochila que es la que encontrarían, días más tarde, los empleados de Aunor. Allí estaba el documento de la joven.
En la mañana del viernes 8 de julio hubo un mensaje de María a su familia desde la terminal de Salta. Cerca de las 14 la joven volvió al expeaje Aunor. Allí abordó la camioneta de un hombre de apellido Causarano.
Aseguran que solo llegó hasta la rotonda de General Güemes, donde volvió a "hacer dedo". Un hombre la llevó solo unos kilómetros, porque la joven se quedó frente a un santuario de la Difunta Correa, aparentemente, aunque también hay registros de una consulta médica en Jujuy para ese momento por lo que hay versiones contrapuestas.
Llama la atención que el 7 de julio, un día antes de su desaparición, habría estado solicitando ayuda médica en el hospital San Bernardo. Llegó allí durante la madrugada y luego desapareció.