No hay otra más que hablar, y para hacerlo antes es necesario abrir los canales de diálogo. Después de diez días de extrema tensión por el fracaso de la ley ómnibus, el Gobierno nacional intenta acercarse a las provincias con dos hechos significativos: este lunes 19 el presidente Javier Milei viajará a Corrientes -primera visita a una provincia después de que asumiera el 10 de diciembre-; y el martes 20, el ministro del Interior, Guillermo Francos, participará en Salta de los actos por el 211 aniversario de la Batalla de Salta, pero será la excusa protocolar para una reunión con gobernadores que Gustavo Sáenz empezó a organizar en las últimas jornadas.
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No hay otra más que hablar, y para hacerlo antes es necesario abrir los canales de diálogo. Después de diez días de extrema tensión por el fracaso de la ley ómnibus, el Gobierno nacional intenta acercarse a las provincias con dos hechos significativos: este lunes 19 el presidente Javier Milei viajará a Corrientes -primera visita a una provincia después de que asumiera el 10 de diciembre-; y el martes 20, el ministro del Interior, Guillermo Francos, participará en Salta de los actos por el 211 aniversario de la Batalla de Salta, pero será la excusa protocolar para una reunión con gobernadores que Gustavo Sáenz empezó a organizar en las últimas jornadas.
Ambas actividades servirían para intentar reencauzar el vínculo Nación-Provincias, que quedó resquebrajado luego de que la ley ómnibus quedara en la nada en la Cámara de Diputados y, por ello, el Gobierno con Milei a la cabeza, salieran a acusar a los gobernadores de "traidores" y hablaran de "listas negras" de legisladores que responden a los mandatarios locales y que no votaron el proyecto de ley.
Entre los más señalados estuvieron, a la cabeza, el cordobés Martín Llaryora, luego el santafesino Maximiliano Pullaro y el salteño Gustavo Sáenz. Incluso, como represalia Milei echó al cordobés Osvaldo Giordano, que estaba al frente de la Anses, y a la salteña Flavia Royón, que era secretaria de Minería, ambos con vínculos con los mandatarios de sus distritos.
El cruce de acusaciones y agravios no se frenó y tuvo nuevos capítulos con los recortes en los fondos enviados a las provincias, en especial las transferencias discrecionales, los subsidios para el transporte y el fondo de incentivo docente. Como réplica, las provincias empezaron a presentar recursos ante la Justicia para reclamar el dinero que no recibieron.
Esta semana comenzaron los gestos de distensión. Algunos gobernadores, pidieron "bajar los decibeles y retomar el diálogo", como dijeron el cordobés Llaryora y el entrerriano Rogelio Frigerio. Sáenz también instó al diálogo, aunque este jueves cuando inauguró la circunvalación noroeste en la capital provincial, dejó en claro que "no nos vamos a arrodillar ante nadie. Solo ante Dios, el Señor y la Virgen del Milagro. Acá no hay traidores ni mentirosos".
En ese contexto ayer se confirmó la visita de Milei a Corrientes, donde participará del 10° aniversario de un club libertario, la entidad que agrupa a la comunidad liberal de la provincia.
En esta visita no está previsto que el Presidente se encuentre con el gobernador local, Gustavo Valdés.
Cumbre en Salta
La mayor atención política estará centrada en la reunión que Sáenz organiza para sentar en una misma mesa al ministro Francos con otros mandatarios locales, el próximo martes.
Dicen en los pasillos del Grand Bourg, la casa de gobierno provincial, que Sáenz está llamando personalmente a sus pares para que vengan a la ceremonia por los 211 años de la Batalla de Salta y, finalizado el acto que se hará en el Monumento 20 de Febrero, asistir a la reunión.
Hasta anoche habían confirmado que se sentarán en esa mesa de diálogo el catamarqueño Raúl Jalil y el jujeño Carlos Sadir, aunque él ahora está de viaje y si no llega para el martes 20, enviará a su jefe de Gabinete o al vicegobernador. Casualmente, junto con Salta, esas dos provincias conforman el "triángulo" del litio que tiene temas pendientes con Nación.
Desde la Casa de Gobierno salteña le confirmaron a El Tribuno que están ultimando detalles para cerrar la lista de los gobernadores que dirán presentes el 20 de febrero, mientras que algunos medios aseguran que entre los asistentes estarán el mandatario peronista de Catamarca, Raúl Jalil, y el misionero Hugo Passalaqua y que el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, uno de los radicales apuntado por el fracaso de la ley, no será parte del encuentro debido a que no estará en su provincia. Sin embargo, tiene decidido enviar a su jefe de Gabinete o al vicegobernador.
Un gesto más: dicen que el día antes de esa minicumbre, el lunes 19, la vicepresidente Victoria Villarruel asistiría a la gala del Club 20 de Febrero.
El discurso de Sáenz
El conflicto con los gobernadores comenzó cuando el Presidente los tildó de traidores y a varios posicionó en "la lista negra", en donde está Gustavo Sáenz, ya que sus legisladores votaron en contra en la ley ómnibus.
Durante el acto por la inauguración de la nueva circunvalación noroeste en la ciudad de Salta, el gobernador salteño fue muy duro en sus palabras y envió un claro mensaje al gobierno nacional, luego de los ataques reiterados de Milei contra las provincias, a las que les quitó el subsidio al transporte, le frenó las obras públicas, les eliminó las transferencias discrecionales y les dio de baja el giro de fondos para el Fondo de Incentivo Docente.
“No nos vamos a arrodillar ante nadie. Solo ante Dios y la Virgen del Milagro. Acá no hay traidores ni mentirosos. Los jubilados la están pasando mal. No tienen ni para los medicamentos ni para comer”, dijo el gobernador.
Sáenz aseguró que hay “injusticias y asimetrías con el norte argentino” y que “todo el ajuste lo está pagando la gente”. En ese sentido, se puso del lado de los docentes estatales y criticó al Gobierno por frenar los giros del Fondo de Incentivo Docente. “Vamos a defender a los maestros y su lucha”, explicó.