¿Qué está pasando con el tiempo? Tormentas fuertes, lluvias intensas, con granizo y ráfagas de viento que son fuera de lo común por su velocidad. El clima parece que está desatando su furia sobre la provincia en este verano. Los salteños se han visto asediados por una serie de fenómenos extremos que han desencadenado inundaciones, anegamientos, destrozo de rutas, aludes, caída de árboles, voladuras de techos, entre otras situaciones.
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¿Qué está pasando con el tiempo? Tormentas fuertes, lluvias intensas, con granizo y ráfagas de viento que son fuera de lo común por su velocidad. El clima parece que está desatando su furia sobre la provincia en este verano. Los salteños se han visto asediados por una serie de fenómenos extremos que han desencadenado inundaciones, anegamientos, destrozo de rutas, aludes, caída de árboles, voladuras de techos, entre otras situaciones.
Especialistas en meteorología adjudican esta serie de eventos climáticos inesperados por una variación en las condiciones atmosféricas y cambios en el clima global, que podrían estar relacionados con el calentamiento global. El Alta Boliviana podría ser un factor clave en la generación de lluvias y tormentas en la región, así como a los sistemas frontales que pueden causar descensos bruscos de temperatura.
En una charla con El Tribuno, el meteorólogo Edgardo Escobar, destacó la importancia de la humedad en la superficie y en altura para activar la precipitación, siendo la Alta Boliviana un mecanismo que ayuda a concentrar y movilizar esta humedad.
En un análisis de los fenómenos climáticos en la región, el reconocido meteorólogo Ignacio Nieva ha identificado una serie de factores determinantes que contribuyen a los extremos climáticos experimentados en la zona.
Nieva señala que la actual presencia del fenómeno de El Niño está provocando un aumento en las temperaturas superficiales del océano Pacífico, lo que resulta en un incremento en las lluvias, particularmente en áreas como la llanura pampeana y la llanura chaqueña oriental. Sin embargo, aclaró que en el Valle de Lerma estamos en una zona de "transición" y las lluvias están influenciadas no son solo por los factores locales, sino que están condicionados por los fenómenos climáticos de Sudamérica.
Fenómenos llamativos
Este inicio de verano sorprendió a los salteños. El 9 de enero una tormenta dejó a los habitantes de Salta atónitos, cuando una luz iluminó el cielo, desencadenando una sinfonía de truenos, relámpagos y una fuerte tormenta sobre la ciudad y sus alrededores.
El 17 de enero el acceso a la ciudad fue obstaculizado por derrumbes en la ladera del Cerro San Bernardo, donde los gaviones de contención cedieron ante la fuerza de la intensa lluvia. Del mismo modo, vecindarios enteros como el barrio 300 Viviendas de Cerrillos quedaron aislados, con calles convertidas en ríos de barro y viviendas inundadas.
En ese mismo temporal, las principales rutas de la provincia, como la ruta nacional 51 y la 68, sufrieron cortes e intransitabilidad debido al sedimento acumulado por las precipitaciones. El 7 de febrero un fuerte temporal que azotó a Metán provocó la voladura de techos en distintos barrios, también que el agua ingresó a viviendas en distintos sectores y la caída de postes y árboles.
El 13 de febrero otro intenso temporal en Salta provocó muchos damnificados. Los reportes fueron por caída de árboles y postes, en Campo Quijano y Rosario de Lerma y alrededores generó todo tipo de inconvenientes por la gran cantidad de agua caída en un período demasiado extenso.
Pueblos enteros como Angastaco se vieron azotados por "volcanes" de agua y barro, que han invadido sus hogares y han puesto en peligro la vida de sus habitantes. En la Quebrada del Toro, familias enteras estuvieron aisladas, con los senderos tradicionales desdibujados por la fuerza de la lluvia.
Otro temporal el 23 de febrero provocó alarma en La Caldera, ya que un gran caudal de agua bloqueó la ruta 9 antes de llegar a Gallinato. Por esta razón los autos tuvieron que frenar su circulación.
Este verano, hubo temperaturas por arriba de lo normal
El meteorólogo Ignacio Nieva ha identificado una serie de factores determinantes que contribuyen a los fenómenos extremos en la zona. Señala que la actual presencia del fenómeno del Niño está provocando un aumento en las temperaturas superficiales del océano Pacífico, lo que resulta en un incremento en las lluvias, en áreas como la llanura pampeana y la llanura chaqueña oriental, pero aclaró que la región del Valle de Lerma es una zona de "transición".
"¿Cuando son las lluvias intensas? En los días de calor de elevadas temperaturas. Entonces, con las temperaturas elevadas que tuvimos, el aire se carga de humedad, y tiene mucha capacidad de contener vapor de agua y entonces cae mucha agua. Cuando ocurren estas tormentas de mucha intensidad, son en los días muy calurosos. Entonces, a mayor temperatura, mayor capacidad de contener vapor de agua y más cantidad de lluvia caer. Y eso ha pasado este año porque las temperaturas estuvieron por arriba, lo normal", explicó.
Desde el verano de 2014, ha observado un incremento constante en las temperaturas en la región, con anomalías aún más significativas este año. Este aumento en las temperaturas se atribuye en gran medida al transporte de aire cálido y húmedo desde el noreste de Brasil y Venezuela, a través del océano Atlántico hacia la región.
"Ahora, que distinguimos este verano, que esas temperaturas por arriba de lo normal están muy por arriba, más que años anteriores en esta temporada. Eso es para destacar. Las anomalías son superior a los años anteriores, tanto máximas como mínimas. Hubo muchos días, muy calurosos, no solo de día sino también de noche. En el tema lluvias es una zona de transición. En esto no son solo factores locales, son situación de una extensión mucho mayor, yo diría desde sudamérica", sentenció.
El meteorólogo Ignacio Nieva remarcó que el registro de estas temperaturas que están muy por arriba de lo normal, más que los registros históricos, pueden estar vinculado al calentamiento global y su consecuencia que es el cambio climático. Aunque agregó que no puede asegurar que sea por ese motivo.
"La secuencia sería así, calentamiento global, aumento de las temperaturas, y como consecuencia hay un aumento de las precipitaciones y eso se traduciría en el cambio climático. A pesar, que alguien pueda tener alguna reserva de que cualquier anomalía se adjudica al cambio climático o no. Pero estamos sostenidos por que al menos de 2014 para acá, las temperaturas son superiores a lo normal", destacó.
Al finalizar la charla, también remarcó que a esta situación también se le suma la acción del hombre o acción antropogénica, que se hacen barrios en lugares que son bajos y no se le hace toda la infraestructura necesaria para que se desagote y se inunda.
Los fenómenos son más dañinos
El meteorólogo Edgardo Escobar analizó que los fenómenos climáticos que se están registrando en Salta, pueden estar explicados por varias condiciones atmosféricas y cambios en el clima global, relacionados con el calentamiento extremo. También hizo referencia a la Alta Boliviana como un factor clave en la generación de lluvias y tormentas en la región, así como a los sistemas frontales que pueden causar descensos bruscos de temperatura.
"Ya se había hablado en junio del año pasado en la Organización Meteorológica Mundial que este calentamiento extremo iba a provocar que los fenómenos sean más fuertes. Ya se hablaba de que culpa del calentamiento, los fenómenos iban a ser más extremos", expresó.
Escobar destacó que en Salta los fenómenos que nos están afectando son las temperaturas altas. Por un lado porque en la Puna está trabajando el Alta Boliviana que está generando muchas tormentas y precipitaciones. Por otro, agregó que hay "sistemas frontales" que provocan el descenso de temperatura.
Destaca la importancia de la humedad en la superficie y en altura para activar la precipitación, siendo la Alta Boliviana un mecanismo que ayuda a concentrar y movilizar esta humedad. También menciona que la actividad de la Alta Boliviana es más prominente durante febrero, aunque puede variar según los cambios en los vientos y temperaturas.
Escobar hace referencia a eventos pasados, como el fenómeno de El Niño, para explicar cómo ciertos patrones climáticos afectan la distribución de las lluvias en la región. También menciona bloqueos atmosféricos que pueden impedir la llegada de frentes fríos y generar altas temperaturas, como ocurrió en enero en la Patagonia.
"Nosotros hemos llegado a tener temperaturas récord en noviembre y en diciembre, superando los 39 grados, récord absoluto en los últimos 40 años. Entonces, hemos tenido temperaturas muy altas. En el 97, bajo la influencia de un fenómeno, el Niño, la temperatura media fue de 17,7 grados. Pero el año pasado fue de 18,1. Superamos los 17,7 de un Niño poderoso. Ya los científicos hablaban que el Niño del 2023 iba a ser el más fuerte. Yo puedo ver la estadística y te digo, que fue el año más caliente en los últimos 40 años", aseguró.
Ahora, aclaró, sobre la altura de Chile está ingresando una corriente de agua cálida, que se denominan corrientes Kelvin. Esta alta temperatura que está llegando a la costa puede cambiar todo, porque si se instala el agua caliente en Chile, se caen las precipitaciones.