Gianfranco Panza es un joven salteño, de 36 años, y que se graduó con todos los honores en la Accademia di Architettura di Mendrisio, de Suiza. Ahora está de vuelta en Salta y se trajo proyectos que son la síntesis que se puede definir entre lo que es y lo que se formó; pero esa es una historia simplificada.
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Gianfranco Panza es un joven salteño, de 36 años, y que se graduó con todos los honores en la Accademia di Architettura di Mendrisio, de Suiza. Ahora está de vuelta en Salta y se trajo proyectos que son la síntesis que se puede definir entre lo que es y lo que se formó; pero esa es una historia simplificada.
Gianfranco visitó la Redacción de El Tribuno y contó detalles sobre qué es lo que está haciendo en su tierra. Jugó en las divisiones inferiores de Gimnasia y Tiro y cursó la Primaria y la Secundaria en el colegio San Pablo. Luego se fue a Tucumán a estudiar Arquitectura y en segundo año del cursado de su carrera consiguió una beca para estudiar en Suiza, en la facultad fundada por Mario Botta. "Allí tuve que comenzar a cursar desde cero la carrera porque es una exigencia que piden", dijo Gianfranco. El salteño estudió becado de 2007 a 2013.
"Posteriormente viví en Sydney (Australia) y Lugano (Suiza), donde adquirí experiencia trabajando en diferentes contextos culturales, formando parte de una amplia variedad de proyectos, desde pequeñas reestructuraciones hasta complejos edificios privados y públicos de gran escala. En 2019, luego de 12 años en el exterior, volví a Salta para trabajar de manera independiente, tanto en proyectos locales como en el exterior. Actualmente curso la Maestría en Historia y Crítica de la Arquitectura, de la Universidad Torcuato di Tella, también becado por resultar ganador de la Beca Francisco Bullrich 2023", contó.
Su practica profesional se enfoca en concursos de arquitectura en Suiza, los cuales tienen carácter vinculante de construcción para el ganador. A la fecha ha presentado proyectos de escuelas, oficinas, hogares de ancianos, entre otros.
"En esta oportunidad, y en conjunto con el estudio Campopiano Architetti, del tucumano Juan Campopiano, también graduado en la Accademia di Mendrisio, resultamos ganadores del concurso para la sede de Ligornetto del Banco Raiffeisen. El edificio está financiado por el banco en su totalidad, y está compuesto por oficinas y atención al público, departamentos para alquiler, locales comerciales, un jardín de infantes y subsuelo con estacionamientos. La construcción está planificada para iniciar en 2025", explicó.
Pero, ¿cómo es que se puede graduar uno de arquitecto en Suiza, luego trabajar en Australia y para volverse a Salta? "La experiencia ya está hecha. Vuelvo porque es importante comenzar un camino propio. Trato de alternar los proyecto locales más focalizados y los más grandes en Suiza", dijo.
No se despega de Suiza ya que sigue vinculado al estudio, asociado para los concursos públicos y privados. "Tengo la oportunidad para estar en proyectos; sobre todo en este tipo donde los concursos son vinculantes para luego construirlos, no como una empresa constructora sino como dirección técnica de dicho proyecto", explicó.
"Este proyecto del edificio para el banco, desde su concepción, fue pensado como un edificio flexible porque tiene mucho programa. Cuando hablamos de programa queremos decir que tiene muchas funciones y que tiene que ser un edificio capaz de cambiar a lo largo del tiempo. Es un edificio con departamentos que pueden cambiar hasta el número de habitaciones y que en planta baja tiene la sede del banco. Este concurso lo hice con el estudio de Juan, que es tucumano y que también es arquitecto. Él tiene unos 3 años más que yo, salimos de la misma facultad y fue nuestro primer concurso juntos y ahora es un honor que vayamos a trabajar juntos. Seguimos con la vista puesta en más concursos", contó.
Su mirada sobre Salta
Sobre cómo la ve a Salta, el arquitecto dice: "La coyuntura es complicada. Sucede que la situación económica y social cambia día a día, pero yo tengo esperanzas. A nivel de arquitectura se ve que falta competencia. Falta estructura a nivel nacional de concursos públicos", definió. El profesional quiere decir que cualquier cosa que se construya, sea pública o privada, debería pasar por un concurso abierto.
En Salta está trabajando con dos proyectos junto a Javier Chibán. Uno es para un edificio de planta baja más 3 pisos. El otro es un loteo dinámico y flexible.
"Se trata de un loteo situado en La Calderilla, con mucho programa, es decir que cuenta con locales comerciales, con pórticos, con viviendas variadas; es muy versátil. Son todos proyectos de distintas escalas", dijo. "Porque un problema de la arquitectura en Salta es que está vinculada casi siempre a la vivienda y está bueno tener soportes proyectuales a gran escala grande (Suiza) y por otro lado algo más doméstico (Salta)", concluyó.