Una vibrante definición, bien de verano: caliente. Central Norte se quedó anoche con la Copa Nacional de Verano al imponerse por penales 3 a 1 a Gimnasia y Tiro luego que en los 90 minutos terminara 0 a 0.
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Una vibrante definición, bien de verano: caliente. Central Norte se quedó anoche con la Copa Nacional de Verano al imponerse por penales 3 a 1 a Gimnasia y Tiro luego que en los 90 minutos terminara 0 a 0.
De esta manera, y ante un imponente marco de público en la estadio Gigante del Norte y luego de que el partido de ida jugado la semana pasada en el padre Ernesto Martearena terminara igualado 1 a 1, los dirigidos por Víctor "Tano" Riggio lograron un triunfo que lo agranda a solo una semana del inicio del torneo de Primera Nacional.
Es que dentro de siete días, Gimnasia y Tiro, en su segunda temporada en la Primera Nacional, visitará el próximo sábado (8 de febrero) a Quilmes, mientras que un día después el cuervo, recientemente ascendido, hará su estreno en la divisional frente a Talleres de Remedios Escalada, al que recibirá en el estadio Martearena, desde las 17.
Así, en la tanda de penales los que más se lucieron fueron los arqueros Alan González y Federico Abadía. Por la parte de Central anotaron Matías Moravec, Augusto Berrondo y Santiago Rinaudo (Abadía le atajó los tiros a Juan Albacete y Maxi Rivero), mientras Nicolás Rinaldi le dio la única alegría al albo, ya que González le atajó el disparo a Facundo Heredia, mientras que el de Fabricio Rojas pegó en el travesaño y el de Walter Busse "terminó en la avenida Entre Ríos".
Pero lo cierto que el primer tiempo fue bastante entretenido y el conjunto local mostró ante unos 7.000 hinchas que se congregaron en el estadio de la Vicente López una supremacía casi absoluta, con un buen juego y despliegue, especialmente desde las pelotas paradas.
Pero a mediados del segundo, esa intensidad bajó y permitió al cuervo tomar la iniciativa, aunque nunca mostró un verdadero peligro al arco defendido por Abadía, ya que la figura de Central, el delantero Germán Lesman, fue intensamente marcado por la defensa del albo.
Finalmente, con un arbitraje de Federico Guaymás Tornero, que por momento tuvo polémicas y tras "un caño" de Matías Birge a Maxi Rivero, a los 45 del segundo tiempo, se armó una gresca generalizada que terminó con la decisión arbitral de ejecutar los penales, antes de mostrar algunas tarjetas amarillas y expulsar jugadores de ambos bandos.
Una noche de verano que fue inolvidable.