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El Angosto disfrutó del rally

Viernes, 16 de enero de 2015 00:00
<div>El Angosto / Gozó el paso de la vibrante competencia.</div>
Con menor presencia de espectadores pero no por ello con menos emoción, la comunidad de El Angosto vio pasar el Dakar por tercera vez y lo vivió a pleno con el paso espectacular de motos, cuatriciclos, automóviles y camiones.
El Angosto es un pequeño pueblito donde viven no más de 10 familias y se encuentra a casi 10 km de El Moreno, perteneciente a la jurisdicción de Purmamarca.
En ese lugar, entre peñas y cerros arenosos, se distribuyeron por distintos puntos, alrededor de 100 personas que llegaron desde Salta, San Salvador de Jujuy, Purmamarca, San José, El Pibe y por supuesto demás pobladores de la zona, que ansiosos esperaron el paso de la etapa nº 10 del Rally Dakar 2015 entre San Pedro de Atacama y Salta.
Cerca de las 2 de la tarde, cuando apenas terminaban de caer las últimas gotas de una fuerte lluvia, pasó por allí la primera moto con el número 1 del gran piloto español Marc Coma, sin mermar la velocidad pasó como un rayo entre las curvas del pequeño poblado para no perder su lugar de privilegio que había logrado hasta ese momento.
Luego de que pasaron varias motos, los lugareños y visitantes aguardaban ansiosos por los otros competidores que venían a bordo de los cuatriciclos, los "buggys" y los camiones.
Una hora después hizo su paso el primer cuatriciclo del paraguayo Nelson Sanabria, que al pasar por una de las camionetas de la organización de la competencia bajó el ritmo y saludó amablemente.
Exactamente a las 15.32 ingresó al Angosto, bajando a gran velocidad desde El Moreno, la camioneta del piloto Giniel de Villiers, que fue muy aplaudido por los espectadores de la zona.
Aún faltaba uno de los mejores espectáculos que el público quería ver y que finalmente se cumplió a las 16 cuando el primer camión con el número 502 del piloto ruso Eduard Nikolaev subió la adrenalina de todos al escuchar su poderoso motor que desafiante aceleraba por las curvas de aquella ruta y que se perdía con el eco de los cerros.
Desafiantes e imponentes las máquinas competidoras del Dakar siguieron pasando en una tarde soleada que llegó luego de una lluvia copiosa, la cantidad de espectadores fue mermando, ya que muchos de los lugareños debían partir hacia sus casas o a cumplir con sus tareas diarias como encerrar las ovejas y las llamas.
Como así también los visitantes debían recorrer largos kilómetros hasta llegar a sus hogares, como la familia Tellez, de la provincia de Salta, que acampó en el pueblo desde el día martes.
La calidez de la gente del lugar
Los vecinos de la comunidad de El Angosto fueron buenos anfitriones y recibieron muy bien a todos los visitantes, siempre con un saludo respetuoso y hasta afectuoso. Se mostraron entusiasmados por el paso de la competencia, como es el caso de Doña Pelegrina que expresó que le encantaba ver las motos y los autos, aún más cuando van muy rápido.
Don Crisanto Liquín también dijo que es la tercera vez que pasaba el Dakar por allí pero que otras veces no pudo disfrutar, así que en esta ocasión dejó todo listo en casa y se dispuso a presenciar el gran evento mundial.

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Con menor presencia de espectadores pero no por ello con menos emoción, la comunidad de El Angosto vio pasar el Dakar por tercera vez y lo vivió a pleno con el paso espectacular de motos, cuatriciclos, automóviles y camiones.
El Angosto es un pequeño pueblito donde viven no más de 10 familias y se encuentra a casi 10 km de El Moreno, perteneciente a la jurisdicción de Purmamarca.
En ese lugar, entre peñas y cerros arenosos, se distribuyeron por distintos puntos, alrededor de 100 personas que llegaron desde Salta, San Salvador de Jujuy, Purmamarca, San José, El Pibe y por supuesto demás pobladores de la zona, que ansiosos esperaron el paso de la etapa nº 10 del Rally Dakar 2015 entre San Pedro de Atacama y Salta.
Cerca de las 2 de la tarde, cuando apenas terminaban de caer las últimas gotas de una fuerte lluvia, pasó por allí la primera moto con el número 1 del gran piloto español Marc Coma, sin mermar la velocidad pasó como un rayo entre las curvas del pequeño poblado para no perder su lugar de privilegio que había logrado hasta ese momento.
Luego de que pasaron varias motos, los lugareños y visitantes aguardaban ansiosos por los otros competidores que venían a bordo de los cuatriciclos, los "buggys" y los camiones.
Una hora después hizo su paso el primer cuatriciclo del paraguayo Nelson Sanabria, que al pasar por una de las camionetas de la organización de la competencia bajó el ritmo y saludó amablemente.
Exactamente a las 15.32 ingresó al Angosto, bajando a gran velocidad desde El Moreno, la camioneta del piloto Giniel de Villiers, que fue muy aplaudido por los espectadores de la zona.
Aún faltaba uno de los mejores espectáculos que el público quería ver y que finalmente se cumplió a las 16 cuando el primer camión con el número 502 del piloto ruso Eduard Nikolaev subió la adrenalina de todos al escuchar su poderoso motor que desafiante aceleraba por las curvas de aquella ruta y que se perdía con el eco de los cerros.
Desafiantes e imponentes las máquinas competidoras del Dakar siguieron pasando en una tarde soleada que llegó luego de una lluvia copiosa, la cantidad de espectadores fue mermando, ya que muchos de los lugareños debían partir hacia sus casas o a cumplir con sus tareas diarias como encerrar las ovejas y las llamas.
Como así también los visitantes debían recorrer largos kilómetros hasta llegar a sus hogares, como la familia Tellez, de la provincia de Salta, que acampó en el pueblo desde el día martes.
La calidez de la gente del lugar
Los vecinos de la comunidad de El Angosto fueron buenos anfitriones y recibieron muy bien a todos los visitantes, siempre con un saludo respetuoso y hasta afectuoso. Se mostraron entusiasmados por el paso de la competencia, como es el caso de Doña Pelegrina que expresó que le encantaba ver las motos y los autos, aún más cuando van muy rápido.
Don Crisanto Liquín también dijo que es la tercera vez que pasaba el Dakar por allí pero que otras veces no pudo disfrutar, así que en esta ocasión dejó todo listo en casa y se dispuso a presenciar el gran evento mundial.

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