Gabriel Profiti
Director de Noticias Argentinas
Especial para El Tribuno
Aliviada por la sonora negativa de la Cámara Federal a abrir una investigación en su contra, la presidente Cristina Fernández de Kirchner se puso al frente de la denominada "reelección del proyecto", un protagonismo que la llevaría a figurar como candidata a algún cargo en las boletas del Frente para la Victoria, tal vez en la provincia de Buenos Aires.
El mismo jueves en el que los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler derribaron la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra su persona, el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios, Cristina anunció una serie de planes de fomento al consumo y una amplia moratoria fiscal.
Más allá de los guiños, la jefa de Estado no bendecirá a ningún precandidato en particular hasta después de las Paso.
Un lanzamiento electoral
Pareció un lanzamiento electoral, con guiños a Mariano Recalde, su delfín en la Ciudad de Buenos Aires; Sergio Berni, entreverado en una carrera multitudinaria a la Gobernación; y Axel Kicillof, a quien Cristina busca encaramar en la puja por su sucesión. ¿Será como vice o como cabeza de fórmula?
Un día antes, Carlos Zannini, arquitecto jurídico del kirchnerismo, Aníbal Fernández y Eduardo de Pedro habían recibido en la Casa Rosada a cuatro gobernadores: el jujeño Eduardo Fellner, el sanjuanino José Luis Gioja, el riojano Luis Beder Herrera, y el formoseño Gildo Insfrán.
Los gobernadores se llevaron varias conclusiones de ese encuentro: que no deben desdoblar las elecciones provinciales para fortalecer al candidato presidencial del oficialismo; que más allá de los guiños, la Presidente no bendecirá a ningún aspirante en particular; y que ella misma será candidata, a un cargo en el Parlasur o a diputada nacional.
Para el peronismo, el encuentro y la posterior escenografía de campaña en la Casa Rosada resultó tranquilizadora en un punto que parece de perogrullo, pero que no estaba claro: la Presidente finalmente jugará a ganar las elecciones y buscará que la economía se muestre saludable para potenciar el caudal del oficialismo. La macroeconomía muestra muchos desequilibrios y el default declarado por el juez Thomas Griesa se ensancha, pero parece que ambos factores inciden poco en el clima interno y serán tarea impostergables para el próximo gobierno.
En ese contexto, Daniel Scioli mantiene su confianza en que será el candidato del FPV como ganador de las Paso, con el respaldo de los gobernadores y la resignación del kirchnerismo duro. Sin embargo, todavía falta mucho y la Presidente suele ocultar sus cartas hasta el final.
Cabildeos opositores
Una propuesta del senador por San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, que el año pasado parecía difícil de plasmar tomó impulso en los últimos días. Se trata de la posibilidad de armar un frente electoral con Sergio Massa y José Manuel de la Sota, que incluya la participación de los tres en una primaria presidencial.
Junto a un grupo de dirigentes del Peronismo Federal, Rodríguez Saá se reunió primero con De la Sota y luego con Massa y posteriormente ambos presidenciables también se encontraron cara a cara bajo estricto hermetismo. El cordobés todavía aspira a que ese grupo del PJ no kirchnerista incorpore a Daniel Scioli.
Massa busca un relanzamiento a su campaña luego de varios golpes que lo debilitaron, los desaires de Carlos Reutemann, Martín Insaurralde y la UCR, pero todavía no lo sacaron de carrera.
Un triunfo en una primaria puede potenciarlo, pero lo encasillaría dentro de un peronismo no renovador. Eso es lo que lo amilana. "Tiene miedo de aparecer en medio del Jurassic Park", definió un operador, quien no obstante reivindicó las figuras de Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero o Roberto Basualdo.
"Sólo dos o tres candidatos"
Por lo pronto, el tigrense buscó sellar la fuga de dirigentes y con ese fin aplacó la pelea entre sus candidatos a la Gobernación, Francisco de Narváez, Darío Giustozzi, Felipe Solá, Jesús Cariglino y Mónica López. Sin embargo, la pulseada está latente desde el momento en que Massa dijo que solo habilitará a "dos o tres candidatos" a competir.
Mauricio Macri está atento a ese desenlace porque tiene en la mira a un grupo de intendentes del Frente Renovador que podría pegar el portazo y competir por su escudería en Buenos Aires. Mientras, Macri sorprendió con un rotundo apoyo a Horacio Rodríguez Larreta por sobre Gabriela Michetti. ¿Esa preferencia del líder del PRO alcanzará para definir la elección? ¿Y si gana Michetti como muchas encuestas reflejan? Así, Macri podría estar apadrinando una derrota.
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Aliviada por la sonora negativa de la Cámara Federal a abrir una investigación en su contra, la presidente Cristina Fernández de Kirchner se puso al frente de la denominada "reelección del proyecto", un protagonismo que la llevaría a figurar como candidata a algún cargo en las boletas del Frente para la Victoria, tal vez en la provincia de Buenos Aires.
El mismo jueves en el que los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler derribaron la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra su persona, el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios, Cristina anunció una serie de planes de fomento al consumo y una amplia moratoria fiscal.
Más allá de los guiños, la jefa de Estado no bendecirá a ningún precandidato en particular hasta después de las Paso.
Un lanzamiento electoral
Pareció un lanzamiento electoral, con guiños a Mariano Recalde, su delfín en la Ciudad de Buenos Aires; Sergio Berni, entreverado en una carrera multitudinaria a la Gobernación; y Axel Kicillof, a quien Cristina busca encaramar en la puja por su sucesión. ¿Será como vice o como cabeza de fórmula?
Un día antes, Carlos Zannini, arquitecto jurídico del kirchnerismo, Aníbal Fernández y Eduardo de Pedro habían recibido en la Casa Rosada a cuatro gobernadores: el jujeño Eduardo Fellner, el sanjuanino José Luis Gioja, el riojano Luis Beder Herrera, y el formoseño Gildo Insfrán.
Los gobernadores se llevaron varias conclusiones de ese encuentro: que no deben desdoblar las elecciones provinciales para fortalecer al candidato presidencial del oficialismo; que más allá de los guiños, la Presidente no bendecirá a ningún aspirante en particular; y que ella misma será candidata, a un cargo en el Parlasur o a diputada nacional.
Para el peronismo, el encuentro y la posterior escenografía de campaña en la Casa Rosada resultó tranquilizadora en un punto que parece de perogrullo, pero que no estaba claro: la Presidente finalmente jugará a ganar las elecciones y buscará que la economía se muestre saludable para potenciar el caudal del oficialismo. La macroeconomía muestra muchos desequilibrios y el default declarado por el juez Thomas Griesa se ensancha, pero parece que ambos factores inciden poco en el clima interno y serán tarea impostergables para el próximo gobierno.
En ese contexto, Daniel Scioli mantiene su confianza en que será el candidato del FPV como ganador de las Paso, con el respaldo de los gobernadores y la resignación del kirchnerismo duro. Sin embargo, todavía falta mucho y la Presidente suele ocultar sus cartas hasta el final.
Cabildeos opositores
Una propuesta del senador por San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, que el año pasado parecía difícil de plasmar tomó impulso en los últimos días. Se trata de la posibilidad de armar un frente electoral con Sergio Massa y José Manuel de la Sota, que incluya la participación de los tres en una primaria presidencial.
Junto a un grupo de dirigentes del Peronismo Federal, Rodríguez Saá se reunió primero con De la Sota y luego con Massa y posteriormente ambos presidenciables también se encontraron cara a cara bajo estricto hermetismo. El cordobés todavía aspira a que ese grupo del PJ no kirchnerista incorpore a Daniel Scioli.
Massa busca un relanzamiento a su campaña luego de varios golpes que lo debilitaron, los desaires de Carlos Reutemann, Martín Insaurralde y la UCR, pero todavía no lo sacaron de carrera.
Un triunfo en una primaria puede potenciarlo, pero lo encasillaría dentro de un peronismo no renovador. Eso es lo que lo amilana. "Tiene miedo de aparecer en medio del Jurassic Park", definió un operador, quien no obstante reivindicó las figuras de Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero o Roberto Basualdo.
"Sólo dos o tres candidatos"
Por lo pronto, el tigrense buscó sellar la fuga de dirigentes y con ese fin aplacó la pelea entre sus candidatos a la Gobernación, Francisco de Narváez, Darío Giustozzi, Felipe Solá, Jesús Cariglino y Mónica López. Sin embargo, la pulseada está latente desde el momento en que Massa dijo que solo habilitará a "dos o tres candidatos" a competir.
Mauricio Macri está atento a ese desenlace porque tiene en la mira a un grupo de intendentes del Frente Renovador que podría pegar el portazo y competir por su escudería en Buenos Aires. Mientras, Macri sorprendió con un rotundo apoyo a Horacio Rodríguez Larreta por sobre Gabriela Michetti. ¿Esa preferencia del líder del PRO alcanzará para definir la elección? ¿Y si gana Michetti como muchas encuestas reflejan? Así, Macri podría estar apadrinando una derrota.