La bolsa de Sao Paulo operaba con una caída de 0,63% mientras que el real retrocedía 1,29% poco después de la apertura de los mercados ayer, un día después del anuncio de la presidente Dilma Rousseff, de nuevos recortes del gasto público en Brasil.
El principal índice de la bolsa paulista, Ibovespa, se ubicaba en 46.982 puntos a media mañana del martes y el real caía a 3,864 unidades por dólar, hundido en su menor valor desde 2002.
Aún cuando el lunes los mercados reaccionaron con entusiasmo al nuevo plan de austeridad del gobierno de Dilma Rousseff y cerraron las jornadas al alza, ya ayer retomaban el pesimismo en torno a la compleja crisis que golpea a la séptima economía del mundo.
"Después de un primer momento en que el mercado vio con buenos ojos el anuncio, se percibe que buena parte de esas propuestas deben pasar por el Congreso, donde no hay certezas de que sean aprobadas", comentó a la AFP Ignacio Crespo, analista de Guide Investimentos.
El plan consiste en postergar ajustes salariales y contrataciones del sector público, eliminar 10 de los 39 ministerios, reducir mil empleos estatales y podar gastos en construcción de infraestructura. También contempla reactivar impuestos y recortes en el sensible terreno de los programas sociales. Además del enfriamiento de la economía y de una dramática caída de la popularidad, el gobierno de Rousseff enfrenta una dura oposición en el Congreso que ha dificultado la aprobación de anteriores medidas para recortar gastos y reajustar las cuentas fiscales.
Todo este panorama llevó la semana pasada a la agencia de calificación internacional Standard & Poors a retirar a Brasil el grado de inversión.
"Hay muchas dudas aún: Por qué estas medidas fueron anunciadas sólo ahora, por qué no se adoptaron antes. No se entiende por qué esos esfuerzos no se hicieron con más tiempo", plantea Crespo.
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La bolsa de Sao Paulo operaba con una caída de 0,63% mientras que el real retrocedía 1,29% poco después de la apertura de los mercados ayer, un día después del anuncio de la presidente Dilma Rousseff, de nuevos recortes del gasto público en Brasil.
El principal índice de la bolsa paulista, Ibovespa, se ubicaba en 46.982 puntos a media mañana del martes y el real caía a 3,864 unidades por dólar, hundido en su menor valor desde 2002.
Aún cuando el lunes los mercados reaccionaron con entusiasmo al nuevo plan de austeridad del gobierno de Dilma Rousseff y cerraron las jornadas al alza, ya ayer retomaban el pesimismo en torno a la compleja crisis que golpea a la séptima economía del mundo.
"Después de un primer momento en que el mercado vio con buenos ojos el anuncio, se percibe que buena parte de esas propuestas deben pasar por el Congreso, donde no hay certezas de que sean aprobadas", comentó a la AFP Ignacio Crespo, analista de Guide Investimentos.
El plan consiste en postergar ajustes salariales y contrataciones del sector público, eliminar 10 de los 39 ministerios, reducir mil empleos estatales y podar gastos en construcción de infraestructura. También contempla reactivar impuestos y recortes en el sensible terreno de los programas sociales. Además del enfriamiento de la economía y de una dramática caída de la popularidad, el gobierno de Rousseff enfrenta una dura oposición en el Congreso que ha dificultado la aprobación de anteriores medidas para recortar gastos y reajustar las cuentas fiscales.
Todo este panorama llevó la semana pasada a la agencia de calificación internacional Standard & Poors a retirar a Brasil el grado de inversión.
"Hay muchas dudas aún: Por qué estas medidas fueron anunciadas sólo ahora, por qué no se adoptaron antes. No se entiende por qué esos esfuerzos no se hicieron con más tiempo", plantea Crespo.