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Las dos Coreas anuncian una cumbre histórica para abril

La reunión se realizará en un punto fronterizo entre los dos países. Se trata de la tercera de toda la historia. Afirman que Pyongyang consideraría renunciar a las armas nucleares a cambio de garantías de seguridad.

Miércoles, 07 de marzo de 2018 00:00

Las dos Coreas acordaron ayer celebrar en abril una cumbre entre sus mandatarios, tras el viaje de dos días en el que la delegación surcoreana se reunió en Pyongyang con el líder norcoreano Kim Jong-un, quien según Seúl expresó su voluntad de dialogar con Estados Unidos y de avanzar en una posible desnuclearización de la región.

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Las dos Coreas acordaron ayer celebrar en abril una cumbre entre sus mandatarios, tras el viaje de dos días en el que la delegación surcoreana se reunió en Pyongyang con el líder norcoreano Kim Jong-un, quien según Seúl expresó su voluntad de dialogar con Estados Unidos y de avanzar en una posible desnuclearización de la región.

Así lo anunció ayer el jefe de la oficina presidencial surcoreana de Seguridad Nacional, Chung Eui-yong, apenas retornado de la primera reunión de la delegación de Seúl a Corea del Norte.

La cumbre sería la tercera de la historia entre las dos Coreas, la primera en más de 10 años, y se celebrará en la aldea de la paz de Panmunjeom, en la frontera entre los dos países.

El Sur y el Norte acordaron además poner en marcha una línea directa de comunicación entre sus dos líderes "para permitir un diálogo estrecho y disminuir las tensiones militares", detalló Chung.

El jefe de la delegación de Seúl que visitó Pyongyang afirmó que "el Norte expresó claramente su compromiso con la desnuclearización de la Península coreana y dijo que no tendría ninguna razón para poseer armas nucleares si se garantizara la seguridad de su régimen y se eliminaran las amenazas militares contra Corea del Norte".

La disyuntiva por estas horas es qué sucederá con Estados Unidos, el principal aliado de Corea del Sur, que condiciona los contactos diplomáticos con Pyongyang a gestos que demuestren la voluntad del país comunista para detener su programa nuclear.

Al conocerse la noticia, el presidente estadounidense Donald Trump se mostró entre cauto y expectante con un escueto mensaje en Twitter, su habitual canal de comunicación.

"Vamos a ver lo que pasa", escribió al replicar la noticia de la reunión en Pyongyang.

En este sentido, el funcionario de inteligencia surcoreano aseguró que el país comunista se abstendría de realizar "provocaciones armamentísticas estratégicas" mientras se desarrolla ese eventual diálogo, algo sobre lo que el Norte decidió guardar silencio.

El anuncio de ayer estuvo precedido por la difusión de detalles sobre la cumbre bilateral entre el líder norcoreano y la delegación de alto nivel surcoreana, el primer encuentro de Kim Jong-un con representantes surcoreanos desde que asumió el poder en el 2011. La reunión y la posterior cena -en la que, según Seúl, se ofreció a los invitados una abundante variedad de productos del mar y licores- duró más de cuatro horas y se produjo en la sede del Partido de los Trabajadores.

El deshielo intercoreano y Estados Unidos

Durante los recientes Juegos Olímpicos de Invierno, la influyente hermana de Kim invitó al presidente surcoreano, Moon Jae-in, a viajar a Pyongyang para una reunión cumbre con el líder norcoreano.

Moon recibió de buen grado la invitación pero consideró que ciertas condiciones deberían cumplirse para hacer realidad su visita, entre ellas un reinicio de las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.

Estados Unidos insiste en que antes de volver a la mesa de diálogo con Corea del Norte, este país asiático debe mostrar un compromiso firme de desnuclearización, mientras que hasta ahora Pyongyang dijo que no aceptará condiciones previas.

“Tenemos la intención de resolver los problemas de manera diplomática y pacífica a través del diálogo y la negociación, pero nunca suplicaremos el diálogo ni eludiremos la opción militar”, puntualizó la Cancillería norcoreana el fin de semana.

No obstante, el deshielo intercoreano de los últimos dos meses, que comenzó con el discurso de año nuevo de Kim y se escenificó globalmente en la apertura de los Juegos de Invierno del 9 de febrero, parece haber dado un paso clave al fijar la cumbre de abril, que puede modificar las estáticas posiciones que elevaron la tensión a nivel mundial el año pasado.

Los dos países acordaron asimismo abrir una línea de comunicación directa de urgencia entre sus dos dirigentes, precisó Chung.

Esta será la tercera cumbre entre los dirigentes de ambos países que se celebra desde el fin de la guerra de Corea (1950- 1953). Las dos anteriores tuvieron lugar en 2000 y en 2007.

“El Sur y el Norte están de acuerdo en una línea de comunicación de urgencia entre los dirigentes para desactivar las tensiones militares y en coordinarse estrechamente”, afirmó el emisario surcoreano.

Sus conversaciones con Kim Jong-un duraron más de cuatro horas.

Kim dio una “cálida bienvenida” a los funcionarios surcoreanos, quienes le entregaron una carta del presidente Moon Jae-in.

También “tuvo una conversación honesta con la delegación de enviados especiales del Sur sobre los problemas vinculados con la mejora efectiva las relaciones Norte-Sur y con las garantías de paz y estabilidad en la península coreana”.