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"La llegada de nuestra hija Alfonsina sólo nos traerá felicidad"

A punto de dar a luz y a dos semanas de haber sido mamá, dos casos de cómo se vive la maternidad en medio del Covid-19.
Domingo, 19 de abril de 2020 01:03

Miedos, preocupación, ansiedad y felicidad son sólo algunas de las emociones que atraviesan muchas mujeres que están a punto de convertirse en madres, o que lo fueron durante esta cuarentena, un momento particular atravesado por el riesgo de una pandemia.

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Miedos, preocupación, ansiedad y felicidad son sólo algunas de las emociones que atraviesan muchas mujeres que están a punto de convertirse en madres, o que lo fueron durante esta cuarentena, un momento particular atravesado por el riesgo de una pandemia.

 

Ante la presencia de síntomas de la enfermedad se recomienda comunicarse a los números dispuestos para atender Covid-19.

 

La llegada de un hijo al mundo es un momento trascendental en la vida de toda mujer. Durante el embarazo, las mujeres se preparan para el maravilloso momento del nacimiento del bebé, pero de una día para otro puede cambiar todo.

Mariana es una joven de 35 años que espera a su tercer hijo para los próximos días. Cursa la semana 37 y la pequeña Alfosina podría llegar en cualquier momento. "Esperar un bebé es uno de los momentos más hermosos en la vida de una mujer", confiesa, aunque no puede dejar de lado sus miedos.

Si bien en el embarazo es normal sentir una montaña de emociones, la ansiedad se apodera de muchas mujeres en estos tiempos. "Vivimos semanas de mucha ansiedad y mucha incertidumbre, no sabemos qué va a pasar o cómo va a ser la llegada de nuestra hija al mundo", cuenta Mariana y agrega: "Estamos preocupados por lo que va a venir, porque los cuidados se van a intensificar el doble y seguramente vamos a vivir bajo mucho estrés".

Con el apoyo de su médico y su familia, la joven transita los últimos días del embarazo de manera tranquila, "por suerte todas las personas que nos rodean, nos mandan buenas energías y nos transmiten mucha tranquilidad para afrontar este momento".

A Mariana, ser madre en tiempo de cuarentena le genera también un poco de tristeza, por el hecho de no poder compartir con su familia este momento tan importante de su vida por estar aislados . "Yo tengo una familia muy unida y muy compañera, que lamentablemente, por esta situación, no va a poder estar presente en la llegada de nuestra hija", lamenta, aunque desea un "pronto reencuentro".

Otra de las inquietudes es la llegada a casa, cómo van a ser los cuidados y los controles. "Esta etapa sí nos preocupa mucho, entre muchas otras cosas, tenemos miedo de los contagios, aunque estamos atentos a todas las medidas se seguridad para evitarlo, es difícil, se vive dentro de mucha incertidumbre", cuenta Mariana.

Pese a ello, los padres de Alfonsina aguardan felices la llegada de la bebé. "Nos organizamos durante todo el embarazo, por suerte antes de que entremos en aislamiento pudimos comprar la mayoría de las cosas que se necesitan", cuenta, aunque lamenta que en las últimas semanas ha sido "complicado" poder adquirir algunas cosas específicas.

Todas esas emociones, por más diferentes que puedan parecer, son completamente esperadas y normales en situaciones como esta, pero nada impide disfrutar la felicidad de la llegada de un bebé.

"La llegada de nuestra hija sólo nos trae felicidad, aunque estemos atravesando esta situación estamos felices de su llegada, nueve meses atrás no nos hubiéramos imaginado esta situación, y ahora confiamos en que todo saldrá bien", cuenta Mariana.

“Es difícil, pero al mirarla a ella todo se supera” 

AMOR INFINITO / AGUSTINA Y ATILIO, JUNTO A ALBA, EN SUS PRIMEROS MINUTOS DE VIDA.

Alba cumple hoy 13 días de vida. Nació el lunes 6 de abril en plena cuarentena. Su llegada iba a ser por parto natural, pero el Covid-19 cambió los planes.  Agustina y Atilio, sus padres, se prepararon durante todo el embarazo para que su llegada sea por parto natural, “teníamos pactado un parto natural, nos preparamos durante todo el embarazo, leímos y dos meses antes del parto decidimos tomar clases con una partera”, cuenta Agustina. “Nos preparamos tanto psicológica como físicamente para tener un parto natural, porque fue la recomendación de nuestro médico, porque siempre se sugiere cuando tu cuerpo es joven, por la seguridad del bebé y básicamente porque el cuerpo está preparado para eso”, dijo.

Todo iba normal, hasta que el 17 de marzo, en uno de los últimos controles, la OMS ya había declarado al Covid-19 como pandemia. “Ese día llegamos y nuestro médico nos planteó una situación difícil para la llegada de Albita a raíz de este tema, donde todo era incierto, donde todavía no se sabía bien qué iba a pasar”, contaron los padres. Por medidas de seguridad y ante la incertidumbre de la situación, Agustina y Atilio tuvieron que poner una fecha a la llegada de Alba. “Esta situación fue difícil, porque tuvimos que ponerle una fecha y una hora a algo que nosotros no estábamos preparados, porque era algo que esperábamos que suceda espontáneamente”. Y llegó el día más esperado. Alba nació el 6 de abril a las 10.42 y pesó 3,070 kilos. “La cesárea duró 20 minutos, no sentí dolor y cuando la vi sentí que todo valió la pena”, contó la mamá primeriza. 

Luego de dar a luz, y con los dolores propios de una intervención, Agustina pudo conocer a su bebé, que ya estaba con su papá esperándola. “Ese momento fue difícil, nos encontramos solos porque no dejaron ingresar a nadie”, afirmó y contó: “Atilio estaba solo, con una bebé que lloraba y que había que cambiar y yo no podía ayudar porque estaba súper dolorida, enfrentarte a esta situación donde uno por lo general está rodeada de gente a pasar a estar solos, no era lo que habíamos planeado”.

“Vivir la maternidad es hermoso, transitar este momento y hacer uso de la tecnología es una ayuda”, resalta Agustina y lamenta que “es una situación complicada no poder presentar a mi hija a mis seres más cercanos, a la familia y amigos, que sólo la puedan conocer por fotos o videos”. A pesar de ello, “de las situaciones difíciles siempre sacamos lo bueno y ahora es estar los tres juntos, acomodarnos y aprender rápido y sin ayuda”, dice Agustina y cuenta: “Es difícil pero al mirarla a ella todo se supera”.