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"El hogar puede ser un lugar de amor o de sufrimiento"

La violencia puede ser psicológica, económica, física o sexual. Hay que identificarlas y denunciar, indicó trabajadora social.
Miércoles, 22 de julio de 2020 01:02

Los casos de violencia hacia la mujer aumentaron durante la cuarentena y el encierro ya que las víctimas deben convivir con su agresor en el mismo hogar, por eso es imprescindible saber identificar las diferentes formas en las que pueden ser maltratadas a fin de denunciar cuando sea necesario, explicó Analía Valdiviezo presidenta del Colegio de Profesionales del Servicio Social de Jujuy.

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Los casos de violencia hacia la mujer aumentaron durante la cuarentena y el encierro ya que las víctimas deben convivir con su agresor en el mismo hogar, por eso es imprescindible saber identificar las diferentes formas en las que pueden ser maltratadas a fin de denunciar cuando sea necesario, explicó Analía Valdiviezo presidenta del Colegio de Profesionales del Servicio Social de Jujuy.

"El hogar puede ser sinónimo de refugio de amor y tranquilidad, pero también es el lugar más peligroso e inseguro para una mujer que es violentada y maltratada en su cotidianidad. Muchas veces la casa es el lugar propicio donde su femicida cumple con su brutal cometido y la mata. Por eso hay que saber que no siempre es en la calle o cuando se encuentra sola a altas horas de la noche, en una fiesta nocturna o por estar vestida de tal manera como piensa mucha gente. Entonces el hogar puede ser un lugar de amor o un lugar de sufrimiento", mencionó, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

Este tiempo de aislamiento social preventivo y obligatorio por la situación sanitaria potencia este tipo de situaciones que puede presentarse de diferentes formas: psicológica, física, económica y sexual. Para denunciar comunicarse a la línea gratuita 144 o al Colegio de Profesionales del Servicio Social: 3885305758.

La violencia psicológica, "donde los gritos, la falta de respeto, la falta de tolerancia y los insultos llevan a la denigración como mujer con bajas significaciones como "sos inútil", "no puedes hacer callar a tus hijos", "tanto te cuesta mantener la casa limpia", "tu comida es un asco, no hay nada más rica que la comida de mi madre", "mírate lo que sos, quien te va a mirar", además de prohibirle que mantengan contacto con sus amistades y familiares, entre otras. Ella siempre tiene la culpa siempre de todo", señaló.

Asimismo sostuvo que "la violencia física se visibiliza a través de los pellizcos, cuando le tiran el cabello, cachetearlas, empujones, patadas, golpes de puño, la dejan encerradas en algún lugar del domicilio, le tiran con objetos, le pegan con cintos o ropa retorcida, las queman con agua hirviendo, con aceite, con el cigarrillo, con brasas, herramientas calientes, la estrangulan y muchas veces terminan matándola".

Explicó que la violencia económica es cuando el dinero que percibe el hombre no es compartido para el hogar y deben rebuscárselas para comprar los víveres.

"Ellas al cargar con el cuidado al cien por ciento de los hijos no pueden salir a trabajar, o el agresor no las deja y las suele amenazar diciéndoles que no le pasará dinero para que compre la comida o lo esencial para la casa", indicó.

Por último, habló de la violencia sexual, "no sólo ocurre cuando se sienten obligadas a tener relaciones sexuales, sino cuando contra su voluntad tienen que montar un juego sexual con objetos y elementos que la dañan y la lastiman afectando directamente sobre su salud física y mental. Asimismo, son obligadas a tener que hacerse cargos de embarazos no deseados producto de violaciones en esas cuatro paredes donde conviven día a día. Pasando a ser ultrajadas sexualmente y rehén de una cosificación de sus parejas por el solo hecho de ser mujer".

El varón dominante y la mujer sumisa 

Existen normas de convivencia desde tiempos antiguos donde ya establecían claras diferencias entre hombres y mujeres, en las que el varón era el “dominante, la figura de fuerte, el viril, el único proveedor y jerarquizado en la casa y la mujer siempre sumisa, del hogar y que tiene que aguantar todo”, afirmó Analía Valdiviezo, titular del Colegio de Profesionales del Servicio Social.

En ese sentido aseguró que “la violencia de género hace referencia a un problema social caracterizado por las distintas formas que adoptamos al percibir la realidad, vivenciando a las mujeres en el contexto de la cultura patriarcal. Donde se trata de una violencia estructural que se dirige hacia las mujeres con el objeto de mantener o incrementar su subordinación al género masculino hegemónico”. Para finalizar remarcó que es muy importante que las mujeres sepan sobre sus derechos e identifiquen cuándo las están violentando, por eso siempre es necesario pedir ayuda o denunciar a las personas que ejercen violencia.