Esta mañana, en Cardiff, el periodista argentino Christian Martin confrontó a David Henderson, el hombre condenado a 18 meses de prisión por la muerte del Emiliano Sala, señalándolo responsable de negligencia en la tragedia aérea que acabó con la vida del joven futbolista, en enero de 2019.
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Esta mañana, en Cardiff, el periodista argentino Christian Martin confrontó a David Henderson, el hombre condenado a 18 meses de prisión por la muerte del Emiliano Sala, señalándolo responsable de negligencia en la tragedia aérea que acabó con la vida del joven futbolista, en enero de 2019.
Hace un par de semanas, Henderson, de 67 años, admitió haber gestionado el vuelo sin permiso o autorización y fue declarado culpable en un tribunal de Cardiff, Gales. Este viernes se dio a conocer la sentencia.
Martin, que era amigo de Emiliano Sala y tras el accidente cubrió la búsqueda y el caso judicial desde el lugar de los hechos, esperó a Henderson y le habló en duros términos a la entrada del tribunal donde este hombre, responsable de gestionar el vuelo en que murió Sala, se aprestaba a escuchar la condena que tendrá que cumplir.
“Hace mucho estamos esperando este dia. En nombre de todos los argentinos esperamos que termines en la cárcel bastardo”, le dijo Martin a Henderson, que se sorprendió por las palabras del cronista, miró a cámara y siguió su camino algo nervioso.
Christian Martin, reconocido periodista que vive en Francia y trabaja como corresponsal en varios medios, fue uno de los encargados de cubrir todas las alternativas vinculadas a la muerte de Sala. Y su trabajo fue mucho más allá de lo esperado ya que trabajo codo a codo con los investigadores, recorriendo el Canal de la Mancha buscando restos del avión en que volaba Emiliano y que provocó su muerte, como la del piloto.
"Me salió del corazón", explicó Martin luego en Twitter.
Sala murió luego que el Piper Malibu, el avión de un motor en el que viajaba, se estrelló en el Canal de la Mancha, el 21 de enero. El delantero, quien jugaba para el club francés Nantes, se trasladaba para incorporarse a su nuevo equipo, el Cardiff en Gales. El cuerpo del piloto, David Ibbotson, nunca pudo ser recuperado.
Henderson, el operador de la aeronave que organizó el vuelo, le pidió a Ibbotson que se encargase del vuelo por encontrarse de vacaciones. Ibbotson, quien frecuentemente trabajaba de piloto para Henderson, no tenía una licencia para realizar vuelos comerciales ni calificaciones para vuelos nocturnos. Además, su calificación para volar un Piper Malibu estaba vencida.
Henderson, de 67 años, fue encontrado culpable por un jurado en Cardiff el 10 de febrero. Allí notificaron los testimonios sobre cómo Henderson, momentos después de enterarse que el avión se había estrellado, mandó mensajes de texto a varias personas pidiéndoles que guardaran silencio para no "destapar una lata llena de gusanos''.
El fiscal Martin Goudie señaló que Henderson fue "imprudente o negligente'' en el manejo del avión, anteponiendo sus negocios sobre la seguridad de los pasajeros. También agregó que Henderson había establecido una cultura de quebrantar los códigos de navegación entre los pilotos que contrataba.
El abogado defensor Stephen Spence aseguró que lo hecho por su cliente fue "puramente administrativo'' y que no derivaba en peligro.
Spence dijo que Henderson tenía referencias de Ibbotson, con décadas trabajando como piloto y 3.500 millas de vuelo, como un piloto experimentado.
En un delito aparte, Henderson había reconocido previamente que había permitido desembarcar a un pasajero sin un permiso válido o la autorización.
El culpable quedó libre bajo fianza a la espera de ser sentenciado este 12 de noviembre. La pena máxima posible para el caso era de cinco años de prisión, pero finalmente el dictamen indicó que deberá cumplir una prisión inmediata de 18 meses.