En la Estación Experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Yuto promueven el cultivo de nuez de pecan, que se implantó hace once años en un ensayo en el que ya evaluaron buen resultado en calidad y adaptabilidad a esa zona cálida, con potencial para plantar en la Quebrada. Argentina produce en pocos lugares y no llega a responder a la gran demanda que tiene el producto como fruto y aceite. oportunidad.
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En la Estación Experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Yuto promueven el cultivo de nuez de pecan, que se implantó hace once años en un ensayo en el que ya evaluaron buen resultado en calidad y adaptabilidad a esa zona cálida, con potencial para plantar en la Quebrada. Argentina produce en pocos lugares y no llega a responder a la gran demanda que tiene el producto como fruto y aceite. oportunidad.
"En la Experimental ahora tenemos en evaluación al pecan, dentro de los proyectos del Inta. Es una nuez muy rica que ha tomado importancia no sólo en el Norte sino en todo el país en los últimos años", explicó Carina Armella, de la Estación Experimental de Inta, Yuto.
El pecan es una nuez con una forma un poco más alargada y presenta características de sabor mucho más ricas que la convencional, tiene un alto contenido de materia seca y de aceites, en los que se destacan el omega 3, 6 y 9, recomendados para prevenir enfermedades cardiovasculares.
"Como cultivo en los últimos diez años ha aumentado muchísimo la superficie implantada, porque promete no sólo para el mercado interno sino como fruta de exportación ", explicó la ingeniera agrónoma. Se produce más en la zona centro del país, Concordia, en el Delta del Paraná, en el valle de Río Negro, Misiones, y en el NOA ahora en Salta y Jujuy se está introduciendo de a poco.
"El Inta tiene una colección de nueve cultivares que están siendo evaluados para esa zona más cálida. Llevan once años implantados esta colección de variedades", precisó Armella y explicó que las variedades han respondido bastante bien, pero no todas. Indicó que si bien en Jujuy es muy poca la superficie y los productores que la cultivan no llegan a tener cuarta hectárea, desde el Inta trabajan como parte de una red de ensayos a nivel país, para ver cuál es la zona adecuada.
Si bien es un cultivo muy plástico que está adaptado a diferentes climas, desde el más subtropical que es el de Jujuy, es de origen frío, caducifolias, hay un gran grupo de variedades y cultivares que se adaptan a las zonas más cálidas. "En el rendimiento, si vamos evaluando año a año, hay plantas de diferentes cultivares que han empezado a producir al cuarto año, otras al quinto y al séptimo", precisó Armella.
Precisó que la idea no fue solo conocer la adaptabilidad al clima, al suelo, sino también prácticas de manejo, el riego, debido a que es una especie que tiene cierta incompatibilidad de floración, ya que no todas florecen al mismo tiempo y dentro del mismo cultivar florece la flor masculina por un lado y la femenina por otro, por lo que evalúan esta situación. Para ello hacen un seguimiento minucioso para ver cuál es el cultivar que compatibiliza mejor para diseñar un lote comercial y recomendarlo a los productores, en cuanto a la floración y al clima.
Armella planteó que hay cultivares con nueces de buen tamaño, en comparación a la zona de Valles, y se pelan fácil, que es algo que se evalúa, pero tienen problemas en cuanto a enfermedades de la planta y fruto.
"Es incipiente la producción en la zona, son poquitos los productores, en el Inta hace once años que tenemos este ensayo, lo venimos evaluando desde que empezó la producción, le hacemos un seguimiento detallado, sabemos cómo se comporta y cuáles son las variedades. La información está, dependen del mercado, la tendencia o el consumo, tiene más o menos importancia", precisó la profesional.
Se produce en un árbol perenne y muy longevo, por lo que tarda mucho en llegar a la producción, aunque insertado se puede lograr que entre en producción mucho antes. "En el caso del pecan en la zona, al cuarto o quinto año ya se puede cosechar frutos", precisó.
Se trata de una especie introducida de Estados Unidos, originaria del centro, aunque también tiene origen en la zona de México, y llegó en el siglo XIX, ya que las primeras especies se introdujeron en la época de Sarmiento donde hubo distribución de muchos, por lo que hay en la actualidad algunas zonas con árboles centenarios.
“Promesa” pensada a mediano o largo plazo
“Es un cultivo más pensado a mediano o largo plazo, porque es de origen forestal que se puede pensar como doble propósito, del aprovechamiento de la madera y como frutal. Mirando las perspectivas de nuestro país y del mundo, es una fruta que tiene demanda y mercado. Solamente hay que ajustar las condiciones de manejo, de adaptabilidad al clima, buscar un sitio adecuado, es una fruta que promete”, precisó Armella del Inta Yuto.
Explicó que dependiendo de la zona donde se plante, puede funcionar junto a cualquier hortaliza. Es que entre una planta y otra hay diez metros, por lo que puede funcionar con algún frutal anual, quizás con papaya que no tiene estructura de sostén o bien con otra hortaliza, dependiendo de la zona contemplando heladas. Es que al ser de hojas caducas, puede funcionar también en zonas más frías como la Quebrada.
Sobre cómo afectan los extremos de temperatura, explicó que al ser una especie adaptada de origen frío, en la zona de Yuto si bien madura, se seca en los meses de marzo y abril y está listo para ser cosechado. En los últimos años en que hubo altas temperaturas, el exceso de humedad de la zona afectó a la maduración, y también aparecieron hongos que afectan a la calidad, por lo que evalúan.
Recordó que siempre se busca trabajar en forma más amigable con el ambiente en torno al manejo, por tratarse de frutos, procuran hacer la evaluación de la aparición de plagas y se recomienda aplicación de algún producto siempre que sea necesario, considerando la toxicidad y tratando de evitarla. Debido a que se trata de un árbol muy longevo, un árbol centenario puede llegar a producir hasta 100 kilos de nuez. Sobre este tipo de cultivo, Armella señaló que han recibido muchas consultas en la Experimental del Inta, pero no hay muchos productores solo interesados en una o dos plantas.
Sobre las condiciones para comercializarlas posteriormente, explicó que el fruto necesita almacenarse en lugares frescos por tener un alto porcentaje de aceite, ya que las altas temperaturas afectarían a la calidad del mismo y con ello al sabor. En condiciones apropiadas puede durar un año, porque tiene un 5% de agua y no se pudre mientras no haya hongos de campo. “Toda la fruta que se produce en el país se vende, no se llega a cubrir el mercado”, expresó. “El Inta está trabajando porque hay demanda de aceite a partir de la nuez, que es la principal aplicación por las propiedades que tiene”, explicó y agregó que también se hacen harinas de nuez, se usan en barritas de cereales y se venden en las dietéticas.