Símbolo del orgullo nacional, el Obelisco de Buenos Aires forma parte de uno de los emblemas de la Argentina. Construido en solo 31 días con bloques de piedra blanca de Córdoba, el monumento sobresale en el horizonte donde se izó por primera vez la bandera argentina sobre Buenos Aires, en 1536.
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Símbolo del orgullo nacional, el Obelisco de Buenos Aires forma parte de uno de los emblemas de la Argentina. Construido en solo 31 días con bloques de piedra blanca de Córdoba, el monumento sobresale en el horizonte donde se izó por primera vez la bandera argentina sobre Buenos Aires, en 1536.
El buscador de Google homenajeó este domingo al Obelisco en su aniversario número 85 con una ilustración de vista aérea en tono azulado, realizada por los artistas invitados Carolina Silvero y Juan Elizalde del Estudio Guardabosques.
Ubicado en el cruce de la 9 de Julio y la Avenida Corrientes, se construyó para celebrar los 400 años de la fundación de Buenos Aires, la primera de la ciudad por Pedro de Mendoza. Se trata de un lugar mítico del país. El obelisco registra los momentos históricos más importantes de la Argentina: manifestaciones, celebraciones futbolísticas y políticas, actos y recitales. También, sitio de piquetes y festejos populares, el Obelisco ha sido intervenido por performances de artistas o indiscriminadamente vandalizado.
Las obras comenzaron en marzo de 1936 y el diseño fue del arquitecto Alberto Prebisch, aunque fue el consorcio alemán de Geope-Siemens Bauunion-Grün & Bilfinger el que las llevó adelante.
Estructura
El Obelisco pesa 170 toneladas, mide 67,5 metros y tiene 206 escalones con siete paradas hasta llegar a la cúspide, con cuatro ventanas. Está emplazado en la Plaza de la República.
En su cúspide se pueden encontrar cuatro ventanas con persianas metálicas a las que se llega por una escalera marinera de 206 escalones con 7 descansos cada 8 metros, y uno a 6 metros.
Su punta es roma, mide 40 centímetros y hay empotrada una caja de hierro que al parecer guarda una foto del jefe de máquinas de la construcción, y un documento destinado a quien demuela el monumento.
Fuente. LA NACION