En Boca se vive un momento de euforia. No es para menos: este fin de semana venció a River en el mítico Estadio Monumental, resultado que no sólo sirvió para trepar en la cima (junto a Estudiantes) de la Zona B, sino que además brindó una importante inyección anímica para consolidar el funcionamiento que busca Sebastián Battaglia.
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En Boca se vive un momento de euforia. No es para menos: este fin de semana venció a River en el mítico Estadio Monumental, resultado que no sólo sirvió para trepar en la cima (junto a Estudiantes) de la Zona B, sino que además brindó una importante inyección anímica para consolidar el funcionamiento que busca Sebastián Battaglia.
Sin embargo, a pesar de la alegría lógica, otra vez en club de La Ribera aparece en el centro de la polémica por el accionar de algunos de sus referentes. En esta ocasión, porque Marcos Rojo y Darío Benedetto -quienes no terminaron el derby por diferentes problemas de salud- fueron a bailar después de ganarle al rival de toda la vida.
El defensor "Xeneize" (abandonó el campo de juego por un fuerte dolor en la espalda) fue filmado y escrachado en las redes sociales, con el agravante que en el video se lo veía fumando, algo antipático para los futbolistas de elite.
Pero no fue el único que tuvo una reputación negativa post superclásico. El otro fue el "Pipa", quien salió en el entretiempo por tener unas líneas de fiebre pero también fue observado en la noche porteña. El delantero asistió a Kapital, un reconocido boliche de San Telmo, en donde hubo un show del cantante Sergio Torres, con quien tiene una gran amistad.
Vale destacar que estos dos líderes del vestuario tuvieron diferencias en las últimas semanas, contemplando que no compartieron posturas en el conflicto Battaglia-Almendra. El marcador central -de gran relación con el mediocampista- trató de evitar la sanción de su compañero; distinta fue la postura del atacante, quien públicamente reprobó la actitud del juvenil y respaldó al cuerpo técnico.