Viajar es uno de los placeres más lindos que toda persona anhela para su vida. Inspirarse en nuevas culturas, conocer paisajes y las tradiciones de la gente de cada lugar hacen posible que el viajero pueda descubrir el abanico de posibilidades que tiene el mundo.
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Viajar es uno de los placeres más lindos que toda persona anhela para su vida. Inspirarse en nuevas culturas, conocer paisajes y las tradiciones de la gente de cada lugar hacen posible que el viajero pueda descubrir el abanico de posibilidades que tiene el mundo.
Y es así que se trata de una hermosa aventura que sólo quienes se animan a vivirla pueden compartirla con entusiasmo desde una perspectiva propia. Tal como lo hizo Andrés Cazón, un joven jujeño que le encontró el gustito a viajar y no temer al desafío de lo que implica iniciar nuevos caminos. Es que desde que era un niño, la idea de explorar siempre estaba dando vueltas en su mente. Y está logrando ser protagonista de uno de sus sueños que era -y es- conocer el mundo.
"Empecé a viajar de muy chico, primero de vacaciones con mi familia y gracias a Dios tuve esas oportunidades, pero mis primeros viajes -sacando de lado los paseos familiares- fueron a partir del año 2012-2013", expresó sobre su recuerdo de lo acontecido.
Entre lo más destacado, en su retina se encuentra lo aprendido en el recorrido de diez provincias del país que logró visitar. "Argentina es un país que tiene muchísimas cosas escondidas en cuanto a lo natural y al turismo. Es lindo conocer más el país donde uno nació, pero siempre uno quiere más", dijo este jujeño que siguió con su meta de llegar lejos. Y es que el mundo es tan grande para quedarse en un solo lugar, que este exestudiante del Complejo Educativo "José Hernández", Colegio Secundario Informático "Blaise Pascal" y de la Escuela Modelo de Educación Integral - Emdei, fue guiado por la vida directo al estudio del Turismo, Marketing y Publicidad Digital en la Universidad Siglo XXI, para continuar con su travesía.
Siempre con el ánimo predispuesto a nuevas vivencias, fue en el año 2015 que logró salir del país con destino a Estados Unidos. "íFue algo muy loco! Es muy distinto todo, la gente, la economía, la comida, la forma de vida", dijo con ahínco este joven que vive a mil revoluciones cada momento, pero consciente de saber apreciar día a día, intensamente.
El aprendizaje y el nutrirse de otras culturas es lo que más le gusta de viajar y, aunque con el idioma al principio puede resultar fácil, descubrir la realidad es un tanto diferente a la teoría de lo que se aprende en la escuela o en la facultad. No obstante, esto no significa un impedimento para obstaculizar la experiencia. "Con el tiempo uno le va agarrando la mano", contó Cazón con la alegría de quien conoce las ciudades de San Francisco y Las Vegas en Estados Unidos; de España; Madrid y Toledo; de Inglaterra; Londres y Auckland y la costa de Bay of Plenty, perteneciente a Nueva Zelanda. Dedicado a su labor profesional como productor de música electrónica, Andrés siempre tuvo ases bajo su manga. "Uno de mis destinos era Ibiza, España; ya tenía planeado meterle muchas pilas a lo que me gusta que es la música electrónica y a la producción como DJ, pero se dio vuelta todo porque tenía amigos en Nueva Zelanda", comentó. Así, su destino viró de rumbo y la decisión de último momento fue determinante.
Con un leve conocimiento acerca de esta nación de Oceanía, se dejó llevar por la sorpresa y esa sí que fue la mejor opción. "Los paisajes que nunca en mi vida había visto fue lo que me llamó la atención. Algo igual -literalmente- a una maqueta", destacó con emoción Andrés, cautivado por la mixtura de tradiciones entre maoríes e inglesas. "La calidad de vida que hay en el país es impresionante. Uno puede trabajar tres meses y vivir de vacaciones tres meses y, así, sucesivamente. Las cosas son muy simples y la gente nativa, amable", contó con un dejo de asombro en su relato.
Vivir en Nueva Zelanda es cada día el inicio de algo nuevo. Lejos de lo rutinario, lleva consigo el sentimiento de producir un arte musical para usuarios de tiendas digitales como Spotify y otras.
No obstante, hasta acomodarse mejor en este rubro, dedica su tiempo a ejercitarse en el gym y a conectarse con lugares increíbles. "El idioma es el inglés, pero es un inglés que tiene dialectos propios del país, por otro lado también hablan maorí pero no suelen usarlo tanto", reveló este joven que conoce la isla norte, con sus playas y cascadas, incluidos bosques y reservas naturales icónicas. "Un lugar que me encanta es en Rotorua, donde hay géiseres en medio de la ciudad", aseguró sobre esta característica, cuya naturaleza le genera paz y tranquilidad. La esencia neozelandesa es muy especial para el joven que no deja de extrañar sus raíces jujeñas. "Uno siempre extraña la familia, los amigos de la vida, pero es difícil convivir sin asado. Por más que hay carne y algo se pueda hacer, el asado con carne y cortes de Argentina es imposible de imitar", aseguró Cazón añorando volver a disfrutarlo en breve.