Por NAHUEL STORNI / PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN VIENTO NORTE
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Por NAHUEL STORNI / PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN VIENTO NORTE
“Usted está dormido, no sabe quién es porque no se conoce a sí mismo. Hoy es una persona, mañana es otra, usted no hace las cosas, las cosas lo hacen a usted, así que me atrevería a decirle, que, si no se toma en serio lo que le digo, si no asume un trabajo sobre sí mismo, como lo más importante que haga en su vida, seguirá durmiendo hasta el día de su muerte”, escribe George Gurdjieff.
Usted puede quedarse admirando la belleza de los sombreros. Pero te invito a ir más allá, porque las ceremonias son una puerta y como toda puerta, es una invitación a atravesarla. Paso por una, cuando quiero algo, cuando busco algo. Es fundamental definir lo que quiero, porque vamos a usar actos poderosos y bellos. Los voy a aprovechar con la finalidad última de sentir que existo.
Somos seres espirituales que vivimos en el presente. Estamos tan ocupados en el mundo cotidiano que no alcanza el tiempo para dedicarnos a nosotros mismos. Tantos métodos y formas de hacer un paréntesis, como cantar, jugar fútbol o el famoso tercer tiempo, contemplan la posibilidad de descargas, más no abren la posibilidad de profundizar sobre el misterio en que estamos inmersos. Vivimos en el presente. No hay otro lugar que el presente, sino distracciones, idas a jugar con el pensamiento, con las fantasías, con la especulación en forma de diversión o de preocupaciones, o de deudas o metas. Pero siempre acá. Y somos un espíritu enclavado en un cuerpo. Un espíritu que se avergüenza de exponerse íntimamente y se esconde en las actividades de cada día.