Cuando se comienza a transitar por la ruta nacional 9, la belleza paisajística de la Quebrada de Humahuaca está en el poblado de Tumbaya, donde las autoridades municipales junto al personal y los vecinos se organizaron para iniciar el agosto agradeciendo a la Madre Tierra.
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Cuando se comienza a transitar por la ruta nacional 9, la belleza paisajística de la Quebrada de Humahuaca está en el poblado de Tumbaya, donde las autoridades municipales junto al personal y los vecinos se organizaron para iniciar el agosto agradeciendo a la Madre Tierra.
A escasos metros de la cinta asfáltica, está el pequeño poblado que emerge como una opción turística en el norte jujeño a lo largo del año, por sus múltiples propuestas culturales, tradicionales, religiosas y gastronómicas.
En su placita hace muchos años atrás se comenzó a corpachar a la Madre Tierra el 1 de agosto, y en la actualidad ya no hace falta convocar a la comunidad, ella misma asiste cerca del mediodía para sumarse al rito ancestral.
Para ello, en la jornada anterior el comisionado municipal Javier Medina se reunió con sus colaboradores y distribuyó las tareas necesarias para el día siguiente, en que comienza el mes dedicado a la Pachamama. En esta oportunidad, el muy agradable clima en esa zona de la región predijo una jornada muy calurosa durante las honras, y así fue.
En la noche del lunes, cuando se encendieron los fuegos para cocinar el maíz y el mondongo para el picante, la temperatura era casi primaveral, por lo que no fue necesario proveerse de ropa de mucho abrigo y esperar la media noche para sahumar el edificio municipal y las casas.
Los preparativos terminaron alrededor de la 1 de la madrugada, y luego de chayar la Pacha, con un chorrito de vino, todos se marcharon a descansar para ayer al mediodía reunirse ante la boca de la Madre Tierra y expresar sus agradecimientos. Debido a la cercanía a la ruta 9, los turistas que pasaron por el pueblo se detuvieron y se sumaron a la ceremonia, siendo recibidos de la mejor manera e integrándolos a la costumbre arraigada a los quebradeños.
Manteniendo los orígenes de la costumbre de reunirse el 1 de agosto, es el jefe comunal quien inicia la ceremonia ancestral, y lo hace agradeciendo y pidiendo por la institución, los empleados y la comunidad. Reafirma su vocación de trabajo y fe en la Madre Tierra, para luego ceder el lugar a quienes los acompañan.
Una vez cumplida la tradición, se compartió un rico picante y empanadas, y se brindó por el reencuentro, reafirmando los lazos de colaboración y amistad. La tarde fue avanzando y la boca de la Pachamama se mantuvo abierta para que quien fue llegando cumpla con agradecer y dar de comer. El folclore también fue protagonista, porque fue motivo de felicidad y celebración, hasta que se cerró la Pacha poniendo fin a las honras.
La actividad turística se mantiene
A pesar de que el receso invernal ya finalizó, en la Quebrada la asistencia turística se mantiene, pero con bajos niveles de ocupación hotelera, que ronda el 50% de lo registrado las dos semanas anteriores. Muchos de los visitantes llegaron especialmente para participar de las honras a la Pachamama, que comenzaron ayer en su día.
Aunque poco saben de la ceremonia y su significado, llegan motivados por el interés que les generan las costumbres que se practican aquí en el año. En los pueblos de mayor receptividad en la región, este porcentaje se mantendrá hasta el fin de semana y hasta podría acrecentarse a medida que pasen las semanas y por los rumores que los cortes de ruta se levantarían en este mes. Para los próximos días, en que las honras a la Madre Tierra se multiplicarán desde un extremo al otro de la región, se aumentaron también las reservas y consultas, pero a pesar de que la actividad se mantiene, el sector reconoce que las vacaciones de invierno “ya están perdidas”.