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“Soy un agradecido a la vida por ser carpintero”

Desde Caimancito, Enrique Graña contó su experiencia de vida y las posibilidades que el oficio le brinda.
Viernes, 01 de septiembre de 2023 00:42

Hace cuarenta y tres años nació para crecer en la tierra jujeña, donde los carpinteros dedican su vida a la madera. Y es allí donde hoy se encuentra, en una de las localidades más pintorescas de Jujuy como lo es Caimancito, donde los trabajadores de la noble materia prima efectúan la labor con excelencia y dedicación.

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Hace cuarenta y tres años nació para crecer en la tierra jujeña, donde los carpinteros dedican su vida a la madera. Y es allí donde hoy se encuentra, en una de las localidades más pintorescas de Jujuy como lo es Caimancito, donde los trabajadores de la noble materia prima efectúan la labor con excelencia y dedicación.

Y es que Carlos Enrique Graña encontró en este oficio, la vocación nata que lo guió por un camino lleno de satisfacciones al crear con diseño y funcionalidad a través de la madera. Así, con catorce años y luego de vivir diferentes situaciones, buscó trabajo para ser ayudante de carpintero y después comenzar a formarse en el oficio que abrió las puertas a la superación personal.

La necesidad y que los recursos fueran limitados en su familia, fue lo que le hizo inclinar sus decisiones hacia la práctica de este trabajo a una edad temprana.

MESA DE DISEÑO | UNA LABOR ORIGINAL, HECHA A PEDIDO.

"Me acuerdo que no sabía lo que era tener luz, ni heladera. A veces comíamos y otras veces no. Cuando iba a la escuela, había una maquinita donde salía la gaseosa si le ponías un peso y también vendían panchos. Cuando veía a los demás chicos sacar su Coca-Cola y después comían el panchito, yo abría grande la boca al mismo tiempo y hacía de cuenta que también comía. Así y todo, nunca le pedí dinero a mi papá", expresó Graña sobre los tiempos difíciles que le tocó vivir desde niño.

Con el paso de los años, este joven se armó de valor para trabajar y con un esfuerzo digno de destacar, se inició en las labores con la madera.

La práctica constante de una faena que lo entretenía pero a la que le aportaba dinero; se vio reflejada en sillas y mesas en una primera etapa. "Cuando empecé fue como empleado y siempre con mi papá a lado mío, que me decía: 'el día que te lastimes, soltá todo'", explicó. Enrique, entonces, estudió el proceso y los cambios del material. "El que más utilizo es el cedro, pero también lapacho y quina, sobre todo para marcos y puertas", detalló este trabajador que al igual que el primer día, concreta su quehacer con gran fuerza de voluntad.

MESA DE TV

Al iniciar el proceso del armado de un mueble, por ejemplo de una puerta; lo primero que se debe hacer es tener en cuenta las medidas. "Uno tiene en la cabeza el diseño, los tablones y las tablas, hay que cepillar la madera, emparejarla y marcarla lo más justo posible porque si se marcó mal, sale mal. Ese es el secreto que hay que saber aplicar", dijo el carpintero. "Para seguir con el trabajo, hay que ver el calado y luego espigado, moldura y buena terminación que si hay que poner masilla para emparejar, se hace", destacó Graña subrayando que la madera debe estar estacionada -por ejemplo- si se corta en agosto, recién se podría trabajar en enero; ya que estará más seca.

La mayor satisfacción de este jujeño radica en pasar por la casa de algún cliente y ver su obra. "Trato de hacer calidad, lo mejor", aseguró. Consciente de que el oficio es su fuente de ingresos más estable, lo ponderó agradecido a la vida de tener una familia que lo acompaña, una casa y una estabilidad económica.

Asimismo, recordó que en época de pandemia por Covid-19 en Caimancito se aislaban a las personas contagiadas y las enviaban a Palo Blanco. "La gente dormía en el piso y entonces con mis hermanos que son tres, armamos camas para que estuvieran más cómodos. Antes de ayudar averiguamos porque siempre hay algún avivado", rememoró el carpintero que también tiene la iniciativa de ayudar a través de la acción solidaria e involucrarse con su comunidad.

"Un camión se llevó puesto a la imagen de San Cayetano, nuestro santo patrono y estoy juntando a personas para que hagamos entre todos porque ya pasó un mes y veo que las autoridades no se preocupan", aseguró Graña, destacando que también se encuentra recolectando ayuda para Tahel, un niño de cuatro años que tiene una patología extrema y vive gracias a la acción permanente de un respirador. "Siempre que se puede ayudar, lo intento porque yo también pasé dificultades. Me crié sin calzado, ni luz, sin comer bien.

MARCO PARA ESPEJO | LA PIEZA OFRECE DISEÑO Y TERMINACIÓN ESPECIAL.

Ayudo no con lo que me sobra, sino con lo que tengo", comentó. "Soy un agradecido por el oficio que aprendí", dijo Graña quien además fue vendedor de carbón, sandías y chofer. Por ello, con sus hijos cumple un rol fundamental; los guía por el camino del esfuerzo y de la entrega, valores que de su vida supo adquirir. A los chicos que quieren entrar al universo de la madera, este admirador de la vitalidad de su padre, les recomendó que aprendan y que se dediquen al ciento por ciento porque es un oficio que da satisfacciones, si se lo hace a conciencia.