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14 de Diciembre,  Salta, Centro, Argentina
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Una planta de fundición por dentro: así es el proceso

El Tribuno recorrió la planta que tiene First Quantum Minerals en África.
Domingo, 14 de diciembre de 2025 00:58
Una gran estructura montaron para la planta de fundición en Zambia.
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En el corazón minero de Zambia, El Tribuno pudo ingresar a uno de los eslabones más importantes y menos visibles del proceso que sostiene al mundo moderno: una planta de fundición de cobre de First Quantum Minerals, la empresa que en Salta tiene el proyecto Taca Taca.

La visita se realizó en el complejo de Kansanshi, en Solwezi, la mayor instalación de procesamiento metalúrgico integrado de África, donde el cobre deja de ser concentrado para transformarse en un insumo estratégico de alta pureza.

Afuera, el termómetro marcaba cerca de 30 grados. Adentro, la sensación era la de un horno permanente. La fundición opera dentro de una enorme estructura metálica, con calor constante y un ruido envolvente. Desde pasarelas elevadas se observan canales incandescentes por los que descienden corrientes que parecen lava en movimiento: es el cobre fundido, sometido a temperaturas que superan los 1.100 grados, en una etapa clave del proceso industrial.

En ese ambiente extremo, los trabajadores cumplen tareas bajo protocolos estrictos de seguridad, con equipamiento completo y jornadas más cortas que las del resto de la mina. El régimen laboral es diferente: el riesgo térmico y la exigencia física obligan a limitar los tiempos de exposición. Aun así, la escena impacta por la precisión con la que los operarios se mueven entre hornos, autoclaves y sistemas automatizados, en una dinámica que no admite errores.

Los trabajadores de Zambia tras el turno cumplido.

La fundición de Kansanshi entró en operación en 2015 y es considerada una de las más modernas del mundo fuera de China. Procesa concentrados de cobre provenientes tanto de la propia mina de Kansanshi como del yacimiento Sentinel, en Kalumbila. El material que ingresa tiene una pureza aproximada del 25%, pero tras el proceso térmico y químico alcanza el 99,5%, convirtiéndose en ánodos de cobre de alrededor de 400 kilos cada uno, listos para su exportación.

Tras una reciente optimización, la planta elevó su capacidad de tratamiento a 1,6 millones de toneladas anuales de concentrado, con posibilidad de producir más de 400.000 toneladas de ánodos de cobre por año. Como subproducto, genera además 1,5 millones de toneladas anuales de ácido sulfúrico, utilizado en otros procesos mineros, lo que refuerza el concepto de integración industrial y aprovechamiento de recursos.

La fundición de cobre de Kansanshi, puesta en funcionamiento en el primer semestre de 2015, ha permitido a First Quantum optimizar el valor del cobre.

El complejo de Kansanshi emplea a más de 13.000 personas, en su mayoría zambianos, y la puesta en marcha de la fundición creó 784 puestos de trabajo especializados. La mina es operada por Kansanshi Mining PLC, controlada en un 80% por First Quantum, y combina tres minas a cielo abierto con tecnología de última generación.

Durante la recorrida, El Tribuno también pudo observar avances en electrificación y automatización: camiones eléctricos que ascienden pendientes asistidos por sistemas de trolebuses, con un ahorro de hasta el 90% en consumo de diésel, taladros autónomos y pruebas con vehículos a batería. Todo forma parte de una estrategia orientada a reducir emisiones en una industria históricamente intensiva en energía.

El fuego en la planta de fundición.

La experiencia dentro de la fundición permite dimensionar el costo físico, técnico y humano que implica producir un material indispensable para la transición energética, la electrificación, la tecnología y la infraestructura global. El caso de Zambia muestra cómo algunos países avanzan en el agregado de valor en origen.

Desde el interior de esa estructura ardiente, donde el cobre fluye como fuego controlado, queda claro que detrás de cada cable, motor o dispositivo que mueve al mundo moderno existen procesos extremos, poco visibles, pero absolutamente decisivos.

Que la planta esté en Africa no es un dato menor. La supremacía de China en el mercado global del cobre es hoy un dato estructural de la economía mundial. El país concentra más de la mitad de la capacidad de refinación del planeta y controla una red de plantas de fundición que lo posiciona como el eslabón central de la cadena de valor. Gran parte del cobre extraído en América Latina, África y Oceanía termina siendo procesado en territorio chino antes de llegar a los mercados internacionales. Ese dominio industrial responde a una estrategia sostenida de inversión, escala productiva y control tecnológico, que le permite a Beijing influir en precios, flujos comerciales y decisiones geopolíticas vinculadas a un insumo clave para la transición energética, la electromovilidad y la infraestructura global.

 

 

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