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La reunión fue secreta. Por eso, si bien ocurrió el jueves, recién se supo de ella al día siguiente. El titular del PRO, Mauricio Macri, se reunió con el asesor presidencial Santiago Caputo, uno de los lados del "triángulo de hierro" de Javier Milei. Ambos son opuestos políticos, pero ante el serio riesgo de que el Gobierno pierda la votación en el Congreso y se revierta el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, el joven asesor llamó al expresidente el jueves y ese mismo día se reunieron en una de sus oficinas fuera de Balcarce 50.
La Libertad Avanza sabe que sin los votos de la mayoría de los diputados del PRO, es imposible que puedan defender el veto a la ley en el Congreso. Necesitan 86 votos -si la asistencia es perfecta- y solo tienen en sus filas 37 legisladores. Por ello necesita sumar los 37 del PRO y los de bloques dialoguistas que ya lo apoyaron cuando logró reunir "87 héroes" que sostuvieron el veto a la ley que incrementaba las jubilaciones. Un dato no menor: en esa votación contó con cinco radicales "héroes", a los que ahora también buscará atraer.
Según fuentes libertarias que conocen lo que Caputo y Macri hablaron, durante la reunión hubo momentos "constructivos", pero sin arribar a "grandes definiciones". En otras palabras, hablaron de la importancia que tendrá la sesión del miércoles en Diputados, pero acuerdos concretos no surgieron, lo que alimenta más las dudas sobre lo que harán los legisladores del PRO.
El contacto comenzó en medio de la reunión que el presidente del PRO mantenía con los senadores nacionales del partido, en la que analizaban qué postura adoptar frente al veto. Allí el exjefe de Estado se mostró claramente a favor de la Ley de Financiamiento Universitario que votó el Congreso para garantizar la actualización de los salarios docentes y los fondos de funcionamiento.
En la víspera, el exmandatario se había quejado públicamente al decir: "Para qué voy a ir a comer milanesas (con Milei) si después no se cumple nada".
Así, la reunión con Caputo salió casi de urgencia.
Ritondo y la "previa"
En los momentos "constructivos", ambos llegaron a pocos acuerdos. Tal vez el más importante es mantener a Cristian Ritondo -jefe del bloque de diputados del PRO- como el interlocutor directo con el Ejecutivo.
El legislador tendrá una tarea complicada y árida de aquí hasta el miércoles, cuando se hará la sesión especial para debatir la ley en la Cámara baja. Pero el momento más álgido será el martes: para ese día fueron convocados los diputados amarillos con el objetivo de definir la postura del bloque.
Dentro de las filas partidarias no hay una decisión unificada. Hay legisladores que sumarán su voluntad al sostenimiento de la ley, mientras que otros se inclinan a votar junto con el oficialismo no solo como parte de un acuerdo político sino por el convencimiento de no apoyar leyes que puedan afectar el equilibrio fiscal que logró hasta ahora el gobierno libertario y que defiende y repite casi como un mantra.
Además, la interna del PRO que tiene enfrentados a Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, también cobra peso. El exjefe de Gobierno porteño asistió a la segunda marcha federal en defensa de la universidad que se hizo el miércoles, lo que claramente denota su postura a favor de la ley. En cambio, la ministra de Seguridad ha sido una fuerte defensora del veto de Milei y el jueves intentó meter presión al partido cuando afirmó: "Hay una sola cosa que puede hacer el PRO. Si votó en contra de una partida extrapresupuestaria que aumentaba el gasto y eso significa inflación o emisión, lo único que puede hacer es vetar esta ley".
Finocchiaro, contra la ley
El diputado Alejandro Finocchiaro aseguró que el PRO debate la postura que adoptará cuando Diputados trate el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, pero señaló que el Congreso "tiene que dejar de votar proyectos demagógicos sin decir dónde está la plata".
"La verdad es que vamos a dar un proceso de discusión que ya está en marcha durante el fin de semana y una reunión presencial antes de la sesión", reveló en declaraciones a Radio Rivadavia.
Argumentó: "Se tensionan dos banderas históricas nuestras: la defensa de la educación publica, y la estabilidad fiscal que es muy importante".
"Lo que dice el Presidente también lo decía Mauricio (Macri)", sostuvo, y agregó: "Hay que llegar a una solución donde los docentes y no docentes tengan un aumento digno sin erosionar el equilibro fiscal".
En la misma línea, el legislador señaló que, además de la discusión interna, el PRO mantiene diálogo con el Gobierno nacional. También, negó que la demora en la definición del partido amarillo tenga que ver con la puja entre Macri y el mandatario Javier Milei.
Consideró que "una forma de descomprimir el conflicto es que el Gobierno otorgue el aumento del 6,8% y se discuta sobre lo que presuntamente falta".