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En la segunda jornada de audiencias de las comisiones de Trabajo y Presupuesto del Senado, presidida por la senadora Patricia Bullrich, el asesor legal de la CGT, Pablo Topet, presentó una exposición detallada y crítica al proyecto de reforma laboral impulsado por el Ejecutivo. Durante su intervención, Topet desglosó los puntos que considera regresivos y constitucionalmente cuestionables, dejando en claro su firme oposición a las propuestas en materia de derechos laborales y sindicales.
La exposición de Topet, estructurada en cinco partes, abordó las regresiones en los derechos laborales individuales y colectivos, y explicó cómo el proyecto contraviene la Constitución Nacional y tratados internacionales de derechos humanos. Según el abogado, el texto propuesto por el gobierno supone un daño irreversible para los trabajadores y sus organizaciones, al reducir el ámbito de protección laboral y eliminar estatutos sin justificación.
Topet cuestionó directamente al Secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien había asegurado que la reforma no implicaba cambios sustanciales. Según Topet, esta afirmación es incorrecta, y enumeró varias regresiones en términos de protección, como la reducción del ámbito de aplicación de la norma laboral y la eliminación de artículos clave que aseguran la justicia social en el ámbito del trabajo.
En cuanto al derecho colectivo, el asesor legal de la CGT calificó el proyecto como “profundamente antisindical”, denunciando que atenta contra la libertad sindical, un derecho fundamental protegido por la Constitución y los tratados internacionales ratificados por Argentina. Topet subrayó que la reforma afecta gravemente los mecanismos de acción de los sindicatos y limita la negociación colectiva, lo que considera un retroceso significativo.
Además, se refirió a las propuestas que incluyen la suspensión de los efectos de convenios colectivos homologados y la falta de justificación para ciertos límites impuestos a la ultraactividad de estos convenios. Criticó también los intentos previos del gobierno de restringir el derecho a huelga y expresó su preocupación por lo que considera una “involución fenomenal” en materia de derechos colectivos.
Topet también subrayó que una verdadera reforma modernizadora debería incluir temas como la gestión algorítmica, la privacidad, el teletrabajo, la soberanía del tiempo de trabajo para los trabajadores, y la violencia y el acoso en el trabajo, áreas que, según él, están ausentes en el proyecto actual.
En su intervención, Topet pidió un debate tripartito serio y cuestionó si realmente existe un avance en la modernización del derecho laboral con el proyecto propuesto. Afirmó que la reforma no cumple con las expectativas de modernización y que, por el contrario, representa un retroceso en los derechos fundamentales de los trabajadores.
El asesor concluyó su exposición haciendo un llamado a la reflexión de los senadores, exhortando a que las reformas respeten los principios constitucionales y los derechos laborales fundamentales. La exposición dejó en evidencia las deficiencias constitucionales y los peligros de una reforma que, según Topet, no moderniza el sistema laboral, sino que lo retrocede.
En medio de la tensa sesión, cuando la exposición de Pablo Topet alcanzó su punto más crítico, la presidenta de la comisión, Patricia Bullrich, interrumpió su intervención de manera abrupta. Ante las intensas críticas y el cuestionamiento directo al proyecto de reforma laboral, la senadora ordenó cerrar el micrófono de Topet, limitando su posibilidad de seguir exponiendo. La acción generó sorpresa en los presentes, al considerarse una medida que frenaba el derecho a la libre expresión del abogado de la CGT en un contexto clave para el debate.