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Svetlana, la única hija de Stalin, muere en el anonimato en EEUU

Martes, 29 de noviembre de 2011 17:16
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Svetlana, la única hija mujer del fallecido dictador soviético Joseph Stalin, murió en el anonimato en Estados Unidos.

Última superviviente de los niños de la dictadura soviética, Svetlana, devenida Lana Peters, falleció el 22 de noviembre en Richland Center, Wisconsin (norte de EEUU), dijo a AFP este martes el asesor jurídico de ese condado, Benjamin Southwick, confirmando la noticia publicada en The New York Times.

Peters, de 85 años, sufría de cáncer de colon, dijo Southwick. Durante toda su vida había tratado de huir de la sombra paterna, exiliándose y cambiándose el nombre en varias ocasiones.

En una entrevista publicada en 2010 en el diario Wisconsin State Journal, afirmó estar "bastante contenta" en esa remota región rural de Estados Unidos que había elegido para vivir, y dijo que su padre le había arruinado la vida.
"Dondequiera que vaya, aquí, en Suiza, India, en cualquier lugar. En Australia, en una isla. Siempre seré una prisionera política del nombre de mi padre", aseguró.

Al ser consultada si su padre la amaba, respondió afirmativamente: "Era un hombre sencillo. Rústico, muy cruel. No había nada en él que fuera complicado. Era muy simple con nosotros. Me amaba y quería que estuviera con él y que me convirtiera en una marxista bien educada", indicó.

Svetlana Stalina, nacida el 28 de febrero de 1926, tuvo varias vidas "dignas de una novela rusa", terminando sus días en una cabaña sin electricidad y sumida en la miseria después de años de un exilio errante, según el New York Times.

Apodada 'princesita' del Kremlin, de pequeña era una celebridad en la URSS, donde miles de niñas se llamaban Svetlana en su honor. Stalin cubría de regalos a su "pequeña golondrina", quien con los años se convirtió en profesora de inglés y de literatura rusa, y traductora literaria.

Pero su madre se suicidó cuando Svetlana tenía sólo seis años (ella creía que murió de apendicitis) y el dictador rápidamente se volvió un padre abusivo y distante.

Cuando a los 17 años la joven se enamoró de un director de cine judío que tenía 24 años más que ella, Stalin lo envió a Siberia. Sin embargo, se las arregló para superar las objeciones de su padre y se casó con un estudiante judío en 1945, con quien tuvo un hijo, también llamado José. La pareja se divorció dos años después.

En 1949, Svetlana se casó con Yuri Zhdanov, hijo de la mano derecha de Stalin, Andrei Zhdanov. El matrimonio tuvo una hija, pero se divorció rápidamente.

Después de la muerte de Stalin, en 1953, y de la desestalinización de la Unión Soviética, Svetlana perdió su estatus privilegiado. Tomo el apellido de soltera de su madre, y pasó a llamarse Svetlana Alliluyeva. Las autoridades le prohibieron casarse con un estudiante de India de paso por Moscú. Sin embargo, logró el permiso para llevar sus cenizas de regreso a India en 1967, cuando él murió de una enfermedad.

Svetlana aprovechó la oportunidad para burlar a la KGB y buscar asilo en la embajada de Estados Unidos en Nueva Delhi. En plena Guerra Fría, la suya fue la deserción más sensacional desde la de Rudolf Nureyev seis años antes.

Al llegar a Nueva York, tras pasar por Italia y Suiza, denunció el régimen soviético, llamándolo "monstruo moral y espiritual". Su autobiografía, "Veinte cartas a un amigo", le reportó 2,5 millones de dólares. La KGB, que ella comparó con la Gestapo, la buscaba para eliminarla.

En 1970, se convirtió en Lana Peters después de un breve matrimonio con el arquitecto William Wesley Peters, un alumno del prestigioso Frank Lloyd Wright. Contra todos los pronósticos, regresó a la URSS en 1984 para ver a los niños que había abandonado hacía 17 años. Allí denunció a Occidente, diciendo que había sido manipulado por la CIA. Pero regresó a Estados Unidos en 1986, negando esta vez sus comentarios antiestadounidenses.

Según el New York Times, tras huir de la Unión Soviética, Svetlana Stalin vivió entre Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y un convento en Suiza.

Por Mira Oberman (AFP) –

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