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Boca Juniors, un campéon contundente

Lunes, 05 de diciembre de 2011 18:19
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Sin lugar a dudas Boca fue el mejor equipo del certamen: campeón a dos fechas del final, invicto con 27 partidos sin perder y la valla menos vencida (con apenas cuatro goles en contra). Con estos pergaminos, el xeneize despejó cualquier duda sobre la justicia de este torneo, y aseguró el título con una clara victoria ante Banfield, que también es justo resaltar no opuso resistencia y fue a la Bombonera a perder sin atenuantes, dejando en claro por qué está en el último lugar.

El equipo de Julio Falcioni, con los nueve puntos de ventaja que le llevaba a Tigre en la tabla, salió a darle circulación a la pelota y a atacar cuando veía caminos seguros al arco contrario.

En la primera parte se acabó gran parte del partido. Darío Cvitanich, con pasado en el taladro, cumplió con le ley del “ex” y a los 9 y a los 43 minutos apareció para darle el 2 a 0 al equipo de la ribera, que se fue al descanso con la tranquilidad de que el encuentro estaba cerrado y el título lo tenía al alcance de la mano.

Entre un gol y otro pasó poco y nada en el partido, ya que Boca lo reguló y manejó a su gusto y Banfield fue víctima de sus propias limitaciones futbolísticas.

Sin embargo, el espectáculo estuvo en las tribunas, con la fiesta que protagonizaron los casi 50 mil hinchas que le dieron un marco imponente a La Bombonera.

Juegos artificiales, papelitos, cánticos (algunos dedicados a los simpatizantes de River, que hoy juega en la B Nacional), banderas y muchas camisetas azules y amarillas le dieron color a la tarde noche.

Pero también hubo un segundo tiempo y cuando recién iban poco más de 60 segundos, el Burrito Rivero convirtió un verdadero golazo. El 3 a 0, a esa altura, era anecdótico.

Faltaba la frutilla del postre. Todo el pueblo boquense esperaba por el ingreso de Juan Román Riquelme, el máximo ídolo en la actualidad, quien arrancó en el banco porque aún lo aqueja una fascitis plantar en el pie izquierdo.

Y Falcioni les dio el gusto a los 19 minutos. Así, el histórico 10 volvió a jugar luego de cinco fechas. Su último partido había sido en el empate sin goles frente a Belgrano de Córdoba, en la Bombonera, por la undécima jornada. Con Riquelme en cancha, la fiesta fue completa. Así, con el ídolo en el campo de juego (alcanzó los 600 partidos), Boca dejó atrás tres años para el olvido y de absoluta sequía (no festejaba desde aquel título que logró en 2008 de la mano de Carlos Ischia).

El pueblo boquense ayer celebró su 24º título y con mucho desahogo gritó campeón... ­Salud!

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