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Ayer a la edad de 90 años falleció Ricardo Munir Falú.
Fue un reconocido periodista, abogado, político y juez federal, pero sobre todas las cosas un gran republicano. Tanto, que esa convicción le costó nada menos que la clausura de El Tribuno cuando, como director de este matutino, editó una columna de opinión con su firma un día después de la revolución de 1955 que tituló “No hay revolución sin pueblo”.
A las 24 horas, el diario fue clausurado y el oficial del Ejército que estuvo a cargo de aquel operativo le dio como respuesta a sus insistentes preguntas sobre las razones para ese atropello, un lacónico “órdenes de arriba”.
Hace poco más de un mes celebró junto a sus hijos, nietos y bisnietos sus 90 años. “Siento que he vivido mucho”, dijo Falú.
Con poco más de 20 años comenzó su labor como periodista en diarios hoy desaparecidos de Salta como Nueva Epoca y La Provincia. Luego, como estudiante de Abogacía en Tucumán, colaboró con El Orden, de la vecina provincia, también hoy desaparecido.
En 1949, a los 28 años, era delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión cuando fue convocado por Jaime Durán y Emilio Espelta para que se haga cargo de la dirección del diario que el Partido Peronista iba a fundar en Salta para competir con Norte y El Intransigente.
Falú aceptó el desafío de ser el primer director de El Tribuno, nombre sugerido por Francisco Alvarez Leguizamón, y que hacía referencia al papel de los representantes del pueblo ante el senado de la antigua Roma.
Siendo director de El Tribuno, se batió a duelo con Juan Emilo Marocco, periodista de Norte. Luego se reconciliaron y en los años "60 cofundaron el Partido Justicialista de Salta.
Luego renunció para seguir sus estudios de Abogacía en Tucumán, pero fue nuevamente convocado al diario y volvió a aceptar la dirección a principios de 1955. Allí lo encontró el golpe militar que derrocó a Juan Domingo Perón.
Después regresó a Tucumán donde concluyó su carrera universitaria y retornó a Salta para dedicarse a su profesión. Pero nunca dejó de actuar en política ni de militar en el peronismo. En los años "60 fue cofundador de la Lista Verde (PJ), junto a Miguel Ragone, José Armando Caro, Ernesto F. Bavio, Emilio Marocco y Abraham Rallé.
En 1973 fue electo presidente del Partido Justicialista (Salta) y diputado nacional, mandato que se vio interrumpido por el golpe militar de 1976.
De su paso por El Tribuno, recordó en una entrevista de 2009 que no se arrepentía de aquella columna de opinión que costó la clausura del matutino y repitió que lo volvería a hacer.
“Fui la única voz que se levantó en Salta en contra del golpe del "55. La nota sostenía que por muchos golpes que se hagan no iban a poder destruir al peronismo”, recordó.
Hace un mes, durante la última nota que le hizo este diario con motivo de celebrar sus 90 años, con una memoria envidiable junto a una de sus hijas, don Ricardo reconoció que todavía leía mucho, por su puesto El Tribuno y casi todos los diarios de alcance nacional. “Leo mucho y pienso mucho en mi país, en tantos valores que perdimos”, dijo entonces.
“Cuando se fundó, en agosto de 1949, El Tribuno era diario peronista. Hoy lo leo y veo que es un diario independiente”, afirmó también.
En los años posteriores a 1976, el Derecho siguió siendo su principal actividad, tanto que fue nombrado Juez Federal de la Cámara Federal de Apelaciones y en esas funciones se jubiló cuando cumplió 85 años.
Ricardo es uno entre cinco hermanos y contó que su afinidad por la política la compartió con su hermano Alfredo mientras que Eduardo, el afamado guitarrista y autor de numerosos éxitos folclóricos, siempre estuvo ligado al arte.
Su hija mayor, Stella Maris, mencionó que su padre tuvo 6 hijos, 29 nietos y 25 bisnietos.
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