En la mañana del 29 de setiembre de 2009, un grupo de obreros que realizaba una excavación cercana al monumento al general José de San Martín, en la plaza central de Tartagal, encontraron guardada dentro de un tubo de hierro un verdadero documento histórico se trataba de un acta labrada por vecinos y autoridades del año 1947 quienes dejaban constancia de la colocación del monumento al Padre de la Patria, hecho que implicó la organización de un importante acto.
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En la mañana del 29 de setiembre de 2009, un grupo de obreros que realizaba una excavación cercana al monumento al general José de San Martín, en la plaza central de Tartagal, encontraron guardada dentro de un tubo de hierro un verdadero documento histórico se trataba de un acta labrada por vecinos y autoridades del año 1947 quienes dejaban constancia de la colocación del monumento al Padre de la Patria, hecho que implicó la organización de un importante acto.
El estado del acta era bueno. Casi 6 décadas había permanecido dentro del tubo y bajo tierra; tenía las huellas del tiempo marcadas y algunos nombres escritos a mano con pluma estaban ya ilegibles. El acta fue recuperada y colocada en uno de los monolitos ubicados en la nueva plaza San Martín en dirección a la avenida Alberdi, cuando se realizó la reinauguración del principal paseo público de Tartagal.
Cambio de nombre
Hasta 1947, el paseo era identificado como plaza Mitre. Cambió en el momento de la colocación del monumento a San Martín.
El monumento a San Martín fue iniciativa de un grupo de vecinos de Tartagal y del entonces jefe de la unidad militar que años más tarde fuera elevada a la categoría de Regimiento (28 de infantería), el mayor Jorge Rosales. Jorge Camacho (88) fue el encargado de recaudar los fondos que se necesitaban para adquirir el monumento al General San Martín.
El acta encontrada no es la única ya que también en esos años los pobladores tuvieron la iniciativa de colocar otra antes de poner los cimientos de la entonces llamada escuela de Artes y Oficios, hoy la Escuela de Educación Técnica, ubicada en la esquina de Warnes y Cornejo.
Juntar dinero
La recaudación de fondos comenzó en 1947, momento en que se guardó el acta casi debajo de donde sería colocado el monumento. Pero no faltaron los inconveniente porque el orfebre contratado en Tucumán para este trabajo tenía previsto venderlo para otros interesados de la ciudad de Rosario. Pero como los tartagalenses lograron recaudar los fondos en tiempo récord lo abonaron anticipadamente y así se aseguraron contar con la escultura para el momento previsto.
El 17 de agosto de 1950 - exactamente para el centenario de la muerte del Padre de la Patria, los vecinos dejaban colocado e inaugurado el nuevo monumento.
Tomás Ryan, Eugenio Pulido Gonzáles, Julio Andrés Ferreyra, el Mayor Jorge Rosales, son algunos de los nombres que figuran en el acta encontrada.
Madera de roble
Durante los primeros años, el monumento estuvo recubierto por una carcasa de madera de roble que le fabricó un orfebre griego; tiempo después fue descubierto y en 2009 fue restaurado nuevamente. Alrededor del monumento se colocó una fuente acuática, en base al proyecto del fallecido arquitecto Alfredo Wermuth. Pasados tantos años solo don Jorge Camacho, un tradicional comerciante tartagalense retirado de la actividad, puede dar fe y recordar aquellos momentos cuando distintos sectores de la comunidad sumaban sus esfuerzos en pos de un objetivo común. Hoy, todos disfrutan de este paseo donde el monumento se levanta señorial, pero no todos conocen su rica historia.