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La presencia de extraños fenómenos en los cielos de Salta ha ido en aumento en estos últimos años.
El acceso masivo a las tecnologías audiovisuales también amplió la capacidad para obtener un registro de esos momentos, en general breves y sorpresivos.
La oleada de avistamientos no pasó desapercibida para los medios de comunicación ni para los seguidores del fenómeno ovni. Pero Salta es un escenario histórico de fenómenos misteriosos. Muchos de ellos espectaculares y que por su envergadura se convirtieron en referentes cuando se trata el tema. Algunos son verdaderos enigmas arqueológicos y han sido relacionados con otros similares que forman parte de la literatura ovni.
Uno de los misterios prehistóricos más interesantes es, sin dudas, el pueblo fantasma de Santa Rosa de Tastil, a unos 80 kilómetros de Salta. Una villa arqueológica de orígenes desconocidos. Fue descripta por primera vez a principios del siglo XX por Juan Ambrosetti. De acuerdo a los rastros -las ollas en el fuego, los utensilios sin recoger, etc.- se sabe que la villa fue abandonada repentinamente. Tastil es también una gigantesca biblioteca lítica, que cuenta con unos 8.000 “volúmenes” de piedra, donde se muestran estrellas, soles, discos y figuras antropomorfas. El abandono repentino fue relacionado por los investigadores de ovni con una abducción masiva.
Salta, ovni y tradición
Entre los registros de hechos extraños se cuenta, en abril de 1956, acerca de la aparición de un “cigarro volador” que sobrevoló cuatro veces en el mismo día el misterioso “Cono de Arita”, en el Salar de Arizaro, una formación extraordinaria por su precisa forma cónica. Se tomaron fotografías y algunos creyeron que se trataba de reactores del ejército ecuatoriano en ruta entre Quito y Chile.
En esos días, una violenta explosión sacudió las laderas del Nevado de Macón, una cumbre situada cerca de Tolar Grande. El estallido se atribuyó a la caída de un aerolito.
A finales de 1955 se presenció, también en el Macón, la caída de un objeto que se pensó era un meteoro. Pero en expediciones posteriores se hallaron láminas metálicas en las laderas del cerro. En enero de 1957, una expedición dirigida por el doctor José Cerato escaló el Macón, y lo que encontró fue, según el relato de Cerato a la prensa, “una serie de rastros similares a los que podrían dejar máquinas muy pesadas, de base plana, que hubieran aterrizado en el lugar”.
El 25 de septiembre de 1956 las agencias de prensa argentinas informaron sobre un avistamiento ovni en Pajas Blancas, en Salta. Varios testigos vieron el aterrizaje de una extraña aeronave en forma de huevo. A pesar de su gran tamaño, se elevó livianamente en espiral.
El 27 de junio de 1962 los salteños vieron en el cielo un enorme plato resplandeciente que se quedó por varios minutos suspendido sobre la Capital. De él cayó una sustancia, descripta para el diario El Tribuno por un testigo, como “fino polvillo ceniciento”.
La prensa salteña, que siempre cubrió estos acontecimientos, dio cuenta de un hecho sucedido el 12 de julio de 1968, cuando la exdirectora de una escuela, Elisa Medina, oyó un ruido que vino desde el cielo. Entonces advirtió cómo un potentísimo haz de luz iluminaba los alrededores. Comenzó a gritar, pero una fuerza extraña la inmovilizó, dejándola como pegada al suelo.
</SUBTITULO>La gran explosión
En mayo de 1978 se registró la caída de un ovni cerca del parque nacional Baritú. La Gendarmería localizó extraños restos metálicos cerca de Santa Victoria Oeste. Posteriormente, la tarde del 6 de mayo de 1978, un objeto cilíndrico, con una estela llameante tras suyo, fue observado por miles de personas. Finalmente, el objeto impactó en una región montañosa de Bolivia. La caída estuvo acompañada por un estruendo y un temblor similares a un terremoto. La Fuerza Aérea Boliviana descubrió las huellas del impacto en la montaña El Taire. Había dejado un rastro de unos 300 metros de profundidad por 500 de ancho y 1,5 kilómetros de largo. Las rocas de las cercanías estaban fundidas. El lugar fue declarado zona militar, prohibiéndose el acceso a la Gendarmería y a toda la prensa. Una comisión de la Fuerza Aérea de EEUU se presentó en el lugar, donde recogieron objetos a los que cargaron en un avión que despegó inmediatamente.
El jueves 17 de agosto de 1995 miles de personas vieron una bola de fuego desplazándose por los cielos de la provincia y que se calcula cayó en las cercanías del Parque Nacional El Rey. Antes que desapareciera, se escucharon dos violentas explosiones. El impacto fue tan fuerte que en la localidad de Joaquín V. González se registró un temblor intenso. Un vecino de esa población logró fotografiar el instante en que el objeto caía del cielo, mostrando una estela de humo irregular y vertical.
En 1996, unos camioneros que venían de San Antonio de los Cobres fueron seguidos por una luz que los dejó sin frenos. Pocas semanas después, otros conductores protagonizaron un suceso exactamente igual.
</SUBTITULO>Recientemente
El jueves 26 de noviembre del 2009 la población de Joaquín V. González se vio sorprendida por la presencia de una extraña forma alargada que flotaba en el cielo. Allí quedó a la vista de todos durante aproximadamente 50 minutos. Inmediatamente se cortó la energía eléctrica durante 12 horas, lo que dejó a la ciudad sin agua ni teléfonos.
En marzo del 2008 aparecieron en tres sitios de la localidad de Chicoana, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Salta, los famosos “círculos de los trigales”, “corps circles” o “agrografías”. Los tres sitios rodeaban una formación montañosa cercana al pueblo, donde se sucedieron tres accidentes aéreos con 11 muertos como saldo. Esa noche, los vecinos observaron bolas de luz flotar sobre la zona.
Los dibujos volvieron a aparecer en todos los trigales de Chicoana en 2010, tan misteriosamente como la primera vez. Fue el primer hecho en Sudamérica y el único que se repitió en el mismo lugar en el mundo.
Pero un lugar donde continuamente hay avistamientos es, sin dudas, la localidad de Cachi, donde se vieron, fotografiaron y filmaron todo tipo de eventos espaciales. Incluso se vieron seres adentro de naves. Uno de los hechos más sobresalientes sucedió en julio de 2008 cuando un ovni gigantesco asustó a locales y turistas. Los registros que surgen de Chicoana son numerosos y se prolongan hasta la actualidad.
En 2010 fueron varios los avistamientos, pero a principios de ese año se logró filmar una bola luminosa que cruzó el cielo del Valle de Lerma, dejando cientos de testigos. Pero en 2011 varios hechos sobresalientes dejaron impresionantes registros.
El primero de ellos sucedió en mayo, cuando una extraña nube tornasolada tapó el sol sobre la capital salteña. Era tan singular la formación, que muchos vecinos apuntaron hacia ella sus cámaras digitales. La sorpresa se la llevaron las decenas de personas que hicieron las fotografías, ya que al ampliarlas en las pantallas de sus ordenadores, se pudo distinguir un objeto metálico que estaba suspendido a un lado de la nube. Estas imágenes son un gran testimonio ya que ninguno de los testigos tenía relación entre sí y en general viven en lugares distantes de la misma ciudad.
En junio, el periodista Néstor Sánchez fotografió, sin querer, un ovni de grandes dimensiones, de forma circular, sólido y con una estructura tipo núcleo bajo su cuerpo principal. Sucedió en la ruta nacional 51, aproximadamente a 3.200 metros de altura y unos 180 kilómetros al oeste de la capital salteña. La imagen fue capturada poco después de las 11, en la cuesta de Chorrillos, antes de llegar al Paso de Sico, que vincula a Argentina con Chile.
</SUBTITULO>Seres de otras dimensiones
Las manifestaciones de seres extraños también se sumaron a los acontecimientos extraordinarios sucedidos en Salta en estos últimos años. El primero de ellos tuvo lugar en mayo de 2008, en la localidad calchaquí de San Carlos. En esa oportunidad, Omar Ferlatti denunció a la Policía del lugar haber visto un extraño ser de unos 40 centímetros de estatura. Ferlatti estaba junto al mecánico Walter López cuando advirtieron la presencia del extraño ser. El relato de los pobladores coincidió con otra denuncia hecha por una pastora de un paraje cercano, que fue sorprendida por el extraño visitante cuando cuidaba a sus ovejas. Los testigos describieron al ser con detalles. También relataron que cuando intentaron acercarse al personaje, no pudieron vencer lo que parecía una fuerza invisible que lo protegía. La Policía local confirmó la veracidad de los hechos por la concordancia de las versiones de los testigos, que no se conocían entre sí.
En 2009, en el barrio de La Cruz, en Chicoana, la familia Vázquez tuvo que lidiar con un ser de unos 40 centímetros que entró al fondo de su vivienda. Según los testigos (toda la familia), se trataba de una mujer de pelo enmarañado, piel muy oscura y agilidad sorprendente. Desde la más pequeña de los hermanos hasta los vecinos tuvieron contacto con este ser que tuvo que buscar refugio en una cueva cercana al río Chicoana cuando las personas atacaron al extraño a pedradas. “No quería salir de ahí, así que mi padre le tiró agua caliente. Entonces la mujercita se puso a llorar con un llanto fuerte, muy fuerte, que asustó hasta a los perros. Yo le tiré una piedra grande y ella nos pidió que ya no la golpeáramos. Así que la dejamos y se fue”, contó Rosalía Vázquez. Finalmente llegaron cuatro policías. Uno de ellos, el sargento Acosta, a los pocos minutos salió huyendo despavorido. Luego relató a sus pares que logró ver, entre las sombras de la noche, “unas piernitas delgadas, negras y velludas”.