La pérdida de autoridad: De educadores a víctimas de agresiones

Amalia corregía carpetas en el aula. De repente, recibió una trompada que le descolocó el hombro izquierdo. La violencia vino de uno de sus alumnos, a quien minutos antes le había puesto uno. El hecho ocurrió en diciembre de 2006 en un colegio del Valle de Lerma. En la Argentina, de 2.000 docentes consultados, el 90 % admitió sentir miedo por su integridad física frente a sus alumnos, el 48% dijo sentirse desprotegido por el sistema y el 42%, algo protegido.

Hace dos meses, en un colegio de la capital salteña, un grito ensordecedor al oído retrotrajo a Amalia a aquel hecho sellado a fuego en su memoria. La profesora confesó: “No quedé bien y a veces llego a sentir miedo frente a actitudes prepotentes de los alumnos”.

­Usted no me quiere, por eso no me aprueba!, es una de las tantas acusaciones que lanzó a Fabiana, con furia, un adolescente adicto en recuperación, el lunes pasado. La profesora de matemática enseña en un establecimiento escolar público de la ciudad de Salta.

La pérdida de autoridad de los docentes frente a sus alumnos en el aula es cada vez más notable en las escuelas argentinas, y en las salteñas. Lo que antes era palabra santa, en la actualidad se pone en tela de juicio. A diferencia de dos décadas atrás, los educadores ahora se enfrentan a algunas miradas desafiantes, contestaciones groseras y subidas de tono; muestras de total desinterés en las clases. Hasta deben hacer oídos sordos a las murmuraciones y, en el peor de los casos, sufren agresiones o acoso por parte de los chicos y de sus padres.

Una encuesta realizada por la Unión Docentes Argentinos (UDA) a 2.000 afiliados de 17 provincias y de la ciudad de Buenos Aires arrojó que el 70 por ciento de los docentes está preocupado por los hechos de violencia física y verbal cada vez más frecuentes en las aulas y que en muchos casos es directamente contra ellos. Según el informe, el 90% de los maestros de Argentina tiene miedo frente a lo que pueda suceder mientras está dando clases, el 48% dijo sentirse desprotegido por el sistema y el 42%, algo protegido.

Cimbronazo en la escuela

Francisco Cardozo, director de la escuela María Elvira Reyes de Campos, ubicada camino a La Isla, manifestó que “la escuela ha sufrido un cimbronazo con las transformaciones sociales y la violencia que se genera en otros ámbitos repercute en las instituciones educativas”.

Para Cardozo, “la pérdida de cierto status del rol que antes tenía el docente tiene que ver con la personalidad de cada uno y con el proyecto institucional de cada establecimiento. Eso de "cada docente con su librito', acá no suma porque un equipo tiene que mantener un discurso común y coherente”.

Cristina Hernández Celestín, profesora de Educación Especial, admitió: “Sí hay pérdida de autoridad y eso viene desde la familia. El adulto ha ido perdiendo autoridad en la casa y, por ende, enseña eso”. Y siguió: “En la escuela primaria los chicos son el fiel reflejo de lo que pasa en la casa. En la secundaria, está el que se le planta al profesor, a veces porque también del otro lado hay un exceso, pero ya se han sobrepasado los límites. Se perdió el valor por el respeto, se tenga o no razón por la corrección que se está haciendo. El chico no entiende que además de ser respetado, él también tiene que respetar”.

El rol de la escuela como lugar de aprendizaje y sociabilización de las personas se desdibuja cada vez más con estas situaciones límite. En este espacio de estudio se observan muchos casos de violencia entre los chicos, pero también muchas veces éstos son maltratados por los mismos docentes, que aprovechándose de su posición dominante en el curso ejercen la violencia escolar.

Tras el sondeo, la UDA presentó en Diputados un proyecto de ley contra la violencia escolar. El objetivo principal es detectar los actos antes de que ocurran.

¿Quién es el docente en el imaginario social de un chico? La psicóloga Patricia Siladji respondió: “Se enseña respeto, respetando. Habría que analizar qué lugar tiene la figura del docente en la sociedad. Tal vez ellos a veces no encuentran la forma de llegar a los alumnos”.

Las Opiniones

La pérdida de autoridad legal de los miembros de las instituciones educativas salteñas es total, producto de la concentración de poder en el Ministerio de Educación por razones políticas y económicas; sin embargo, también provienen de los departamentos jurídicos que son tendenciosos y que sólo buscan su poder personal en la toma de decisiones para su propio beneficio, mediante dictámenes, que si bien no son vinculantes, se aplican con la fuerza de ley. Por ejemplo, se quitó el poder sancionatorio al director, mediante un dictamen, contrario a lo establecido por el decreto de investigaciones administrativas y normas reglamentarias.

Todos perdemos cuando uno de nosotros es agredido, es maltratado, es humillado, es despreciado, es mal pago por su servicio; sometido al silencio, al miedo, al acoso laboral, o cuando uno de nosotros se sirve traicionando, violando principios y valores cuando la misión asignada es no cumplida o desvirtuada. Perdemos autoridad y jerarquía cuando el sistema educativo es tomado por los embajadores sin presencia ni esencia ni traza; cuando somos ignorados y cuando nos discriminan. La jerarquía de la Escuela debería estar situada por la calidad de sus procesos, de sus resultados , de sus responsabilidades, y por la calidad de respuesta a la sociedad de sus egresados.

En la época en la cual el docente era "palabra santa', estaba dedicado sólo al campo pedagógico. Su rol era solamente el de la enseñanza y transmisión de valores y conocimientos. En cambio ahora ese rol ha ido compartiendo otras áreas: asistencia social, contención, entre otras, tanto en las escuelas de la ruralidad, en la periferia o en el centro de la ciudad. Son áreas en las que no han sido preparados, no hay una currícula para enfrentar situaciones nuevas que se plantean en la actualidad. Mientras los formadores de docentes no se actualicen, no se pongan al día con las distintas problemáticas, seguirán formando maestros con la misma base de hace un tiempo, y el chico ya es distinto.

Antes la palabra de los docentes era ley. Hoy se cuestiona la autoridad porque se confunde la libertad con libertinaje. Es un problema grave porque esta situación va en crecimiento. El alumno se escuda en que sólo tiene derechos y no es así, también tiene responsabilidades. Falta contención en los hogares y los problemas que tienen los chicos lo llevan a la escuela, y cuando los docentes quieren ajustar no pueden porque en sus casas tampoco respetan. La escuela no puede mantenerse al margen de estos cambios y debe apostar a la capacitación, ya que es la única forma para afrontar los cambios.

El detalle

En Brasil. Un niño de 10 años se suicidó tras matar a su maestra el viernes pasado. Le pegó un tiro a su profesora en la pierna y se mat ó.

A través de youtube, en julio de 2008, se difundió un video polémico donde se podía ver la agresión de un alumno a la docente.
 

Las imágenes mostraban cómo un alumno con un encendedor le quemaba el pelo a una profesora. Ocurrió en Buenos Aires.

El “bullying” es el acoso escolar y con un tipo de violencia física o mental de una persona o grupo hacia otra persona.
 

En 2009, un profesor de una escuela de El Bordo fue suspendido por haberle tirado de las orejas a una alumna que llegó tarde.

“La escuela ha sido atravesada transversalmente y de forma múltiple por la crisis de la sociedad actual”, según especialistas.