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Un grupo de vecinos de Villa Soldati salió hoy a defender a dos de los detenidos por el crimen de Candela Rodríguez, a los que consideraron "perejiles" en el caso, dado que son personas de trabajo y no tienen relación con el brutal hecho.
Dos de los detenidos por el secuestro y muerte de la menor de 11 años, cuyo cuerpo apareció en la localidad de Villa Tesei, son Alfredo Monteros, de 75 años, y Alfredo "Pelusa" Monteros, de 35, quienes viven en la calle Itaquí 3184 de Soldati.
Incluso para graficar lo que ellos estaban señalando, los vecinos dejaron ramos de perejil frente a la casa, en una manera de señalar que los detenidos no tienen relación con el hecho delictivo que se investiga.
Monteros padre, es de profesión tornero y desde hace más de 20 años que tiene su taller y su vivienda en ese lugar, según señalaron los vecinos.
Según la policía y los investigadores, la menor asesinada estuvo cautiva en una vivienda de Hurligham, en la calle Kiernan 992, donde hallaron rastros de ADN que pertenecían a la pequeña.
La vivienda era propiedad de Zaira Cabrera, esposa de Monteros, quien al parecer la habría heredado.
"Nos quedamos todos asombradísimos con esto. Nadie lo va a creer", explicó una de las vecinas que se acercó a la casa de Soldati de Cabrera, quien estaba en el interior afectada por una suba de presión.
En tanto, otro de los vecinos llegó al lugar y le señaló a la prensa que se reunieron de manera espontánea porque para ellos la familia Monteros "es trabajadora y no se merecen lo que están pasando".
El nombre de "perejil" comenzó a señalarse en el recordado caso de Nora Dalmasso, la mujer que fue asesinada en el interior de su casa de country en Río Cuarto, en el 2006, y el primer detenido resultó ser un albañil, quien luego terminó libre por "falta de mérito".