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Natalia Martínez devolvió el aparato a la agencia con el fin de que le anulen la operación de venta. Insistió en que le expidan una constancia por la entrega del aparato, pero no se la dieron. “Le reclamé a la vendedora, pero me dijo que era nueva y que no sabía nada”, comentó la joven a El Tribuno.
Con el compromiso de que le anularían la operación de compra le dieron una constancia, pero el resumen de la tarjeta llegó a su casa y debe pagar la primera cuota de la financiación.
Este medio intentó comunicarse en varias oportunidades con responsables de la sucursal, pero no tuvo éxito.