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Cuba condenó ayer a cuatro años de prisión al español Angel Carromero, quien conducía el auto que se accidentó en julio pasado dejando como saldo la muerte del opositor Oswaldo Payá y de otro disidente, mientras que España evalúa “escenarios posibles para que vuelva cuanto antes a casa”. La familia del fallecido anticastrista rechazó la versión oficial.
El pasado 22 de julio el líder del opositor Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá, de 60 años, y Harold Cepero, de 31 y miembro de ese grupo cubano, murieron en un accidente de tráfico ocurrido en las cercanías de Bayamo, cuando el vehículo en el que viajaban conducido por Ángel Carromero, se estrelló contra un árbol.
De acuerdo con el veredicto, las pruebas demostraron que “la conducta imprudente de Carromero” causó la “muerte de dos personas”, por lo que el tribunal “le impuso la sanción de cuatro años de privación de libertad”, la cual podrá apelar, al igual que la fiscalía, ante el Tribunal Supremo Popular.
Según las autoridades cubanas, Carromero conducía a exceso de velocidad en un tramo de vía en reparación, lo que provocó que perdiera el control del vehículo antes de que este se estrellara contra un árbol.
En este marco es que la familia de Payá rechazó la versión oficial del incidente y reclama una investigación transparente sobre los hechos.
El caso de Carromero, manejado con mucha discreción por los gobiernos de Cuba, España y Suecia, fue abordado por los ministros de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, y español, José Manuel García-Margallo, cuando ambos se encontraron en Nueva York durante las sesiones de la Asamblea General de la ONU.