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Un hecho que tenía que ser una fiesta terminó trágicamente, con un hombre de 33 años internado en la sala de quemados del Hospital Centro de Salud en la capital tucumana.
Rodrigo Martín, empleado del Banco Macro sucursal Concepción, tenía programado contraer enlace este fin de semana, ante lo cual sus compañeros de trabajo decidieron, casi al terminar la jornada laboral, agasajarlo y realizarle una despedida de soltero.
Como sucede habitualmente no faltaron las chanzas, y las habituales bromas hacia el contrayente. La fiesta avanzaba y las bromas subían de tono, al punto tal que alguien le arrojó, al parecer, el alcohol que se utiliza para limpiar manos y superficies, al tiempo que le arrojaron algún elemento que hizo combustión y el futuro marido se prendió fuego.
Ante la desesperación de los asistentes tomaron los extintores de incendios y rociaron a Martín agravándole las heridas que el fuego ya había ocasionado en gran parte de su cuerpo.
El director de la sala de quemados del Centro de Salud, el doctor Miguel Huamán Martínez, informó que el hombre “después de las primeras curaciones (se comprobó que) tiene el 25 por ciento de su cuerpo con quemaduras de segundo grado, ubicadas en los miembros inferiores, abdomen y en la zona genital”.
No están comprometidos los órganos internos ya que este tipo de heridas afecta solo la epidermis y la dermis papilar, sin compromiso de nervios o vasos sanguíneos.
La recuperación será en 15 días aproximadamente, y su estado “no corre riesgo de vida, aunque está impactado psicológicamente por la situación que está viviendo”, dijo el facultativo. La futura esposa del joven quemado se encuentra cursando el tercer mes de su embarazo.