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Cassano pasó por Salta antes de colgar definitivamente las zapatillas

Martes, 27 de noviembre de 2012 19:10
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Eleonora Cassano estuvo ayer unas horas en Salta. Vino para seleccionar un puñado de bailarines que formarán parte de “El Cascanueces” de Tchaikowsky, pieza con la cual piensa clausurar definitivamente su paso por la danza clásica. La función de despedida será el 22 de diciembre, al pie del Obelisco porteño.

Eleonora llegó al Teatro Provincial después de abordar un vuelo retrasado por la lluvia. Entró raudamente, saludó con calidez a los cerca de 35 aspirantes que se presentaron a la audición. Al rato nomás estaba marcando una coreografía y tarareando ella misma la música, al ritmo de sus palmas. El relato de las horas previas a esta visita a Salta da cuenta de la increíble energía que caracteriza a esta mujer de 47 años, que a veces se sorprende de sí misma: “Anoche me acosté a las dos. Tuve sesión de fotos en la revista Gente por los personajes del año. Me levanté a las seis, llevé a los chicos al colegio y partí al aeropuerto. Vuelvo esta noche, mañana de nuevo estaré de pie a las seis y a la noche tengo función. En cualquier momento caigo redonda (ríe), pero me animo pensando que ya es el último tramo”, dice aliviada.

El envión final incluye la puesta en escena de El Cascanueces, que bailará junto al puntano Herman Cornejo, primera figura del American Ballet de Nueva York. La pieza se presentará con una adaptación coreográfica de Liliana Belfiore, flamante directora del Ballet Provincial de Salta. Será una versión sin intervalos que incluirá a bailarines elegidos entre alumnos de danza de las provincias. “La idea de reclutar jóvenes que estén formándose es parte de ese acercamiento de la danza a la gente que siempre me interesó lograr”, comentó Cassano a El Tribuno.

El Obelisco no será un escenario nuevo para ella, ya que bailó ahí junto a Julio Bocca durante su despedida, también un 22 de diciembre, pero de 2007. Cassano anticipó que su amigo y compañero sobre las tablas por 20 años, le devolverá en esta oportunidad la gentileza. “Va a estar presente, pero no bailará”, aclaró.

A lo largo de su trayectoria de más de 30 años, Cassano trascendió el género clásico y más de una vez dejó de lado el riguroso tutú y las zapatillas de punta para lanzarse al tango, al rock y hasta al music hall. “Creo que la huella más profunda que dejamos con Julio fue haber roto estructuras. La distancia que existe entre la danza clásica y el gran público se debe, fundamentalmente, al temor de la gente de entenderla. Lo que hicimos con Julio fue presentar obras con música más conocida. Eso rompió el hielo y mucha gente comprendió que podía disfrutar del ballet sin necesidad de entenderlo”, explicó Cassano.

Eleonora Cassano dice que bailar clásico a su edad ya es un desafío. “En este último tiempo estuve haciendo cosas diferentes, como danza teatro en "La Duarte', o espectáculos de tango vinculados a la danza contemporánea. Me fui alejando del clásico y de pronto pensé que la distancia era excesiva. Los años pasan y este género tiene fecha de vencimiento. Hay que saber retirarse en condiciones, por eso tomé la decisión de hacerlo ahora. Seguramente seguiré bailando otras cosas, aunque no con este ritmo y frecuencia”, aseguró.

En el horizonte de Eleonora aparece una propuesta que, por ahora, está evaluando, y que le demandaría quizás sacudirse algunos preconceptos, que pueden ser acertados o no: “Sí, este año me ofrecieron participar en el programa de Marcelo Tinelli. No acepté pero fui de jurado una vez. Lo sigo pensando. No sé si me termina de gustar la idea de involucrarme en ese mundo. Es una vorágine. Si bien no soy debilucha y sé enfrentar situaciones tensas, no sé si tengo ganas de entrar en ese juego. Pero bueno, la vida me enseñó a que nunca hay que decir nunca. Cuando estaba buscando quedar embarazada me decía a mí misma "jamás bailaría en ese estado', y bailé hasta el quinto mes de embarazo”, barajó como ejemplo. Y basta y sobra.

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