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Tiene siete años, una pila de libros sobre el universo, un rompecabezas de cientos de piezas y una certeza que no le tiembla ni un poco en la voz: quiere ser astronauta. No por moda ni por juego, sino porque desde el prejardín sueña con mirar a Júpiter y conocer todas sus lunas. Se llama Felicitas y es la salteñita que ganó el concurso lanzado por Noel de Castro, la salteña que se prepara para convertirse en la primera astronauta argentina en ir al espacio.
El premio, que emocionó hasta las lágrimas a su familia, no fue cualquier cosa: una muñeca Barbie astronauta que solo se vende en las tiendas oficiales dentro de la NASA y una gorra rosa con el logo de la agencia espacial, enviada especialmente por Noel. Pero más que el regalo, fue lo que simboliza: un empujón directo al corazón de su sueño.
“En el video que mandé, puse una parte de mi corazón”, dijo Feli con determinación la niña oriunda de Vaqueros. Respondía a la consigna del concurso: contar por qué quería ser científica o astronauta. Y su respuesta no fue técnica ni compleja, pero sí profundamente genuina: “Porque cuando era más chiquita, soñaba con ser científica. Después me di cuenta que también podía ser astronauta, y así podría aprender más sobre el espacio. Quiero recordar los buenos momentos que viví cuando hablábamos de eso en el prejardín. Me sentía muy feliz, todos me querían mucho”.
Su enorme curiosidad y ganas de comerse al mundo la llevaron a interesarse por Júpiter y sus múltiples lunas: “Vi en un video que Júpiter tiene muchas lunas, y si yo estoy en la Luna… ¿podré verlas? Por eso quiero ir al espacio, para averiguarlo”, expresó emocionada.
Ese recuerdo se transformó en una meta fija en su cabeza. En su casa, Feli construyó su propio centro de investigación infantil: tiene libros, juegos, rompecabezas y una imaginación que no conoce fronteras. “Tengo una pila de libros del espacio… y un rompecabezas con 200 piezas o más”, contó con orgullo. “Estoy segura de que voy a lograr ser astronauta”, remató.
Su mamá, Florencia, estuvo presente durante la entrega del premio. Con la emoción a flor de piel, compartió lo que significa acompañar a su hija en esta aventura cósmica. “Ella es la que nos motiva. Todos los días enciende un motor. Busca, investiga, aprende… Tiene una idea fija: quiere llegar lejos. Y nosotros vamos a acompañarla mientras podamos”, contó.
Todo empezó gracias a una maestra del prejardín que supo despertar en ella la curiosidad por el espacio. Desde entonces, no paró. “A esa docente le agradezco mucho”, dijo Florencia, reconociendo que a veces una chispa bien dirigida basta para encender un universo entero.
La noticia de que Felicitas era la ganadora del concurso los encontró desprevenidos, pero llenos de emoción. “Temblábamos. Lloramos todos. Que Noel nos mande un mensaje dirigido a Feli fue algo muy fuerte, muy movilizante. Porque todo lo que alimente los sueños, bienvenido sea”, sostuvo la mamá.
Feli ya tiene su gorra rosa de la NASA, su Barbie astronauta, y un sueño que no para de crecer. Pero, más allá de los premios, lo más valioso que recibió fue el reconocimiento de otra mujer salteña que está trazando el mismo camino. Noel de Castro no solo le envió regalos: le dio impulso, validación y un espejo donde reflejarse.
Y Felicitas lo tiene claro: va a seguir cada uno de los pasos que la vida le marque, y está convencida de que algún día va a estar allá arriba, observando a Júpiter y todas sus lunas. Mientras tanto, sigue explorando desde su rincón salteño, con una sonrisa que parece hecha de estrellas y una convicción que no entiende de imposibles.