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La madre del niño que fue hallado muerto en una heladera en San Juan fue liberada tras declarar ante la Justicia, mientras peritos forenses avanzaban ayer en la autopsia al cuerpo para determinar las causas de su deceso.
Fuentes de la investigación dijeron que en ese marco la causa continuaba bajo la carátula de “averiguación de muerte con fallecimiento dudoso”.
Alejandra Avila, madre del nene de 12 años, fue liberada el viernes en la noche junto a su hijo de 18 luego de pasar un día y medio detenida tras el hallazgo el jueves del cuerpo del niño.
El juez Benito Ortiz tenía previsto escuchar la declaración de Franco Sifuentes, de 22 años, pareja de la mujer, y de un vecino de ambos cuya casa fue allanada tras pistas que otorgó una perra que detectó restos sangre en el baño de esa casa.
Los forenses retomaron ayer la autopsia iniciada el viernes por la tarde y según el juez Ortiz el trabajo era lento por la descomposición del cuerpo que afectaba “un 80 por ciento” del cadáver.
En ese marco, los investigadores estimaron que el niño podría llevar entre 3 y 5 días de fallecido hasta el día en que se encontró el cuerpo.
El nene “estaba irreconocible, hemos pedido una extracción de sangre a la madre para hacer una prueba de ADN y confirmar que es el niño”, dijo el juez Ortiz.
Además del ADN, se tomaron muestras que fueron enviadas a Salta para que le practiquen estudios a fin de determinar exactamente cuándo ocurrió la muerte del niño.
Alegre, buscavidas, solía vender juguitos congelados para hacerse unos pesos, conocía su barrio como la palma de su mano y casi a diario saltaba esas paredes divisorias de premoldeado que separaban el fondo de su casa del predio en el que estaba la vieja heladera, donde Ariel iba a jugar a la pelota con otros niños.
Por eso a los investigadores y a los vecinos les cuesta mucho creer que el niño haya sido víctima de un accidente al quedar atrapado en el interior de esa heladera. Por otro lado Ariel estaba con un pantalón corto, sin la remera con la que lo habían visto salir de su casa el sábado a la noche. En el congelador de la heladera estaba una de sus zapatillas y la otra entre sus piernas, por lo que cuesta creer que él mismo se las hubiera sacado y las hubiera puesto de esa forma.
Ahora solo resta esperar la conclusión de la autopsia y el resultado de las pruebas de ADN.