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Agustín, a pesar de su corta edad y de no ser punible, este año sumó cinco anotaciones penales en los Juzgados de Rosario, informó el diario La Capital.
Desde el 25 de noviembre carga con el homicidio con una pistola calibre 9 milímetros de un chico de 16 años en el barrio Las Flores.
En venganza por ese homicidio, pocas horas más tarde otros dos jóvenes fueron muertos a tiros en esa humilde barriada. Desde entonces dos muchachos habían sido apresados y otros dos eran buscados por la policía. Uno de ellos era Bola.
El viernes, poco antes del mediodía, lo sorprendieron caminando en inmediaciones de los Tribunales y lo arrestaron.
La saga criminal en la cual quedó implicado Bola se desató la noche del domingo 25 de noviembre. Alrededor de las 20.30 dos estampidos resonaron en el cruce de Pasaje 507 y 512 (España al 6100), en el barrio Las Flores. Allí estaba Antonio Silvero, de 16 años, que se derrumbó malherido al ser alcanzado por dos disparos. Sus familiares, radicados a solo dos cuadras de allí, lo llevaron al hospital Roque Sáenz Peña, pero su vida se apagó a poco de llegar al centro asistencial. Voceros médicos dijeron que el chico tenía un balazo en la cabeza y otro en el pecho.
Acusación y venganza
Un primo de Silvero fue testigo presencial del crimen y como tal prestó testimonio ante los investigadores. Dijo que quien había disparado contra ellos había sido Bola, que estaba parado “en la otra esquina”. Por eso los pesquisas agendaron el nombre del adolescente vinculado a Los Cambichos, la banda de jóvenes que hace ya varios años siembra el pánico en Las Flores y La Granada con robos, arrebatos y disparos.
Pero el crimen de Silvero no fue lo único que alteró la paz del barrio aquella noche. Enterados de lo ocurrido, dos amigos de la víctima salieron tras los pasos de Bola. No lo encontraron, pero al llegar a Pasaje 521 y Previsión y Hogar se toparon con dos conocidos de Agustín, y sin miramientos dispararon contra ellos. A Cristian Ramón Machuca, de 21 años, dos balazos 9 milímetros le perforaron el pecho, y Santiago Marcelo Ruiz, de 16, fue atravesado por un tiro en el pecho. Eran las 21 del último domingo de noviembre. Los familiares de los jóvenes los llevaron al hospital Roque Sáenz Peña, donde ambos murieron.
Para los investigadores policiales, la saga de violencia y locura que derivó en los tres crímenes del 25 de noviembre se desató con el homicidio de Jonathan David Avalos, el 7 de junio pasado. Jonita, como conocían a la víctima, tenía 17 años y al igual que Bola integraba la banda de Los Cambichos. “Eran todos amigos, pero a partir de ese momento comenzó una guerra de todos contra todos en el barrio Las Flores de Rosario de Santa Fe”, explicó un oficial que sigue de cerca el caso.
Antecedentes de un precoz asesino
Según las fuentes policiales, el menor acumuló este año cinco delitos penales graves. Una portación de arma de fuego del 6 de enero; un encubrimiento de robo del día 23 de ese mes; una tentativa de homicidio del 22 de mayo; un abuso de arma registrado el 23 de octubre y una tentativa de homicidio del 20 de noviembre pasado, de la que resultó víctima Gaspar N., un chico de 15 años baleado en Flor de Nácar y Belén, en el barrio Las Flores.
Por ese hecho había sido arrestado pero fue reintegrado a su familia por orden de la jueza de Menores número 4, María Dolores Aguirre Guarrochena, debido a que no es punible por la ley debido a su edad, aunque su peligrosidad es innegable.
Para los investigadores policiales, los episodios de violencia y descontrol que desembocaron en los tres crímenes del 25 de noviembre se desataron tras el homicidio de Jonathan David Avalos, más conocido como Jonita, el 7 de junio pasado. Jonathan tenía 17 años y, al igual que Bola, integraba una banda de adolescentes conocida en la como Los Cambichos.