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Políticamente hablando -sobre todo en un país de ideologías tan marcadas- es un golpe a la izquierda. Y en términos de pluralidad de voces, también es un golpe para la sociedad.
En España, el viernes salió la última edición en papel del diario Público, nacido en 2007, el cual ahora ya solo se sostendrá en la web. Las causas, según el comunicado difundido por la empresa Mediapublis, fueron la crisis publicitaria y la falta de financiamiento.
De esta manera, su cierre se suma al del diario gratuito ADN, cuyo último ejemplar salió a fines de 2011, también por causas semejantes.
Era una caída que se podía esperar y que se procuró evitar, pues en enero se había presentado a concurso de acreedores para aprobar un plan de rescate. Sin embargo, no apareció la inversión que se necesitaba y la crisis española también pudo sobre esta empresa.
Ya durante todo 2011 Público había probado con distintas estrategias y hasta había despedido a 39 personas, quedando un total de 160 empleados, a los que también se suman los del diario La Voz de Asturias, del mismo grupo, y sobre el cual también hay incertidumbre en cuanto a su futuro.
De todas maneras, el sitio on line se mantendrá -ya que también corría peligro- y es de destacar que es el cuarto sitio web de noticias más consultado en España, mientras que en la calle vendía un número aproximado a 87 mil ejemplares diarios.
Diario “progresista, de izquierdas y popular”
El medio que más beneficiado se verá con la caída en papel de Público será El País, pues su inclinación ideológica es también de izquierda y de afinidad con el PSOE. Sin embargo, la característica de Público era su radicalidad y su irreverencia. Incluso, para su nacimiento se había dicho que era debido a las críticas que por entonces había en el medio del grupo Prisa hacia los socialistas gobernantes de ese entonces.
Y a pesar de ser un diario joven, de solo cuatro años en circulación, se sentirá la ausencia de otra voz de izquierda en la prensa española.
Según la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), desde 2008 se perdieron cinco mil puestos de trabajo en el sector de los medios de comunicación. Y su presidenta, Elsa González, ha manifestado su preocupación con los recortes y su repercusión en la sociedad pues estos son los “encargados de vigilar, de controlar al poder” y, por tanto, “custodian el derecho fundamental de los ciudadanos a estar informados”.
Mientras tanto, los empleados de Público se manifestaron en un comunicado y dijeron esperar “que, dado que la plantilla y los colaboradores han estado a la altura de las lamentables circunstancias, Mediapubli sea fiel ahora a sus pretendidos principios progresistas y ofrezca a los trabajadores las mejores condiciones posibles para su salida”.
La crisis económica se ha cobrado así una nueva víctima y, según advirtió Jaume Ruores, el máximo accionista de Público, “han caído otros periódicos y, desgraciadamente, caerán más”. Para él, el cese de circulación del periódico se debió a tres crisis: la de “identidad del papel frente al digital, la brutal crisis económica y la crisis de la izquierda”.