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Verónica Viveros, la esposa del jornalero asesinado, aseguró que no va a descansar hasta que los poderes públicos le brinden justicia y castigo para quienes le quitaron la vida a su marido.
“Doce años he convivido con él y de un día para el otro he quedado sola, con siete hijos menores casi desamparados, y sin ningún otro sustento que el salario universal. El único bien que poseo es una precaria vivienda en la manzana 439, lote 27 del barrio Solidaridad. Si no hay justicia, no hay futuro para mí ni para ninguno de mis siete hijos. No quiero hacer más declaraciones porque estoy demolida por la muerte de mi esposo e indignada a la vez por la versión policial que cierra el caso de una manera llamativa. Cuando todo esto pase vamos a ir a ver al juez de la causa. Yo y mis siete hijos le vamos a clamar justicia y castigo para los culpables, porque no fue uno sino una banda de forajidos que nos han sumido en una inmensa necesidad y en una pena sin solución. Deseamos que se ponga punto final a esta gente que siembra inseguridad en las calles.
Aún no salimos de nuestro asombro, todos estamos shockeados y a la vez agradecidos de Dios y de los médicos por el hecho que Daniel Viveros, mi sobrino, haya salvado
su vida, es lo único que podemos rescatar de esta tragedia”, dijo la viuda con los ojos llorosos y ante el apoyo de todo un barrio.