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?Como todos los clásicos, esta es una obra atemporal, por eso funciona?

Jueves, 10 de mayo de 2012 12:07
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A Rodolfo Ranni le gustan los huevos frescos, recogidos del nido por sus propias manos. Por eso cría gallinas en la chacrita donde vive, a pocos kilómetros de la gran vorágine porteña. En esos menesteres está cuando atiende la llamada de El Tribuno. “Esperá un cachito que les doy de comer”, pide con la voz algo agitada (es fácil imaginárselo descargando el balanceado en los comederos, o arrojándolo quizás al voleo, sobre la tierra). No demora casi nada. Ya sentado en algún rincón de esa casa que tiempo atrás supo cobijar también vacas, ovejas y caballos, habla sobre “La noche de la basura”, la obra que presentará hoy, a las 22, en el Teatro del Huerto, junto a Ana Acosta. “Es un texto de 1977, de Beto Gianola. Se estrenó con mucho éxito y tuvo varias reposiciones. El texto siempre anduvo dando vueltas por ahí, esperándome, pero nunca se daba la oportunidad. Esta vez se dio y estoy encantadísimo”, comenta el veterano actor que hace poco fue coprotagonista de la serie de Polka, “Herederos de una venganza”.

“La noche de la basura” es el momento en que una pareja, luego de haberse quedado sola tras el casamiento del único hijo, decide sacarse, en una seguidilla de cross verbales, todos los trapitos al sol.

“Es un matrimonio que ha vivido una vida complicada -adelanta Ranni- y esa noche se enrostran mutuamente todo lo malo que ven en el otro. No obstante, hay mucho humor en la obra. Es una comedia dramática en la que se alternan muchas carcajadas con algunas lágrimas”.

Para más datos: ella es una mujer muy pacata, que ha recibido una educación arcaica y que se debate en medio de sus prejuicios. El es un carpintero humilde que trabajó toda la vida para darle comodidad y educación a su hijo. A pesar de que llevan 27 años de casados, él nunca vio a su esposa completamente desnuda.

Con Carlos Evaristo en la dirección, la obra consigue darle un atractivo viraje hacia el humor a una nave quejumbrosa. “Todo en la puesta de este director posee gran sentido. La obra no tiene un decorado convencional, sino elementos significativos que se resaltan en una caja negra, con luces especiales. Esto genera un clima gris, de opresión”, detalla Ranni.

Agigantando el relato, Acosta y el “Tano” le ponen toda la vena y todo el talento a la tragicómica catarsis.

El exactor de “Los machos” (Canal 13) dirigió y protagonizó este verano en Mar del Plata la obra “Camino negro”, de Oscar Viale, acompañado en escena por Luciano Castro y Romina Richi. Con la experiencia de más de 50 años de actuación y una reciente dirección, analiza la vigencia indiscutible de la pieza que hoy viene a presentar a Salta: “Como todos los clásicos, esta es una obra atemporal, por eso funciona. Tiene que ver con las relaciones humanas, con los prejuicios, con la vergenza, con los miedos... Cada director ha hecho su versión acorde con su tiempo. De todos modos, hacía quince años que no subía a escena”, aclaró.

Rodolfo Ranni cuenta que por ahora está abocado por completo a “La noche de la basura” y que decidió hacer un paréntesis en la televisión. Mezclar giras con grabaciones es altamente estresante, explica.

Ya casi en la despedida, se desmitifica: “No soy el tano explosivo que muchas veces caractericé en la tele. No soy monedita de oro para gustarle a todo el mundo, pero tampoco soy más chinchudo que el común de la gente”, asegura. Y hay que creerle.

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