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La aprobación de la reforma impositiva bonaerense no trajo consigo solo las protestas del campo, que estará nueve días de paro sin cortes de ruta, sino también rumores de que la norma se aprobó gracias a unos supuestos sobornos. Frente a estas denuncias un fiscal abrió ayer de oficio una investigación sobre el posible pago de sobornos, tras la publicación de la foto de un mensaje de texto que recibió el referente de La Cámpora, José Ottavis, en su teléfono celular, en la que se menciona el presunto ofrecimiento de “150 mil” pesos a legisladores opositores.
“Sí, es mi teléfono”, reconoció ayer el vicepresidente primero de la Cámara Baja, al ser consultado sobre la imagen que difundió el diario porteño Clarín de la pantalla de su celular, en la que se podía leer un SMS de su colega de bancada, la diputada Rocío Giaccone, sobre la supuesta oferta de dinero a “diputados de la opo, según palabras de Valeria Arata”, una legisladora de la UCR. En diálogo con Víctor Hugo Morales, el diputado, miembro de la conducción nacional de La Cámpora, advirtió: “Aunque nos busquen, no nos van a poder encontrar traicionando a Cristina, a nuestro pueblo”.
Enseguida agregó: “No somos corruptos, somos honestos, tenemos ganas de cambiar la realidad”. Ottavis atribuyó la “mentira” a que la sanción del revalúo del impuesto rural es histórica. “Desde el año 50 que no se puede hacer el revalúo, el aumento en la provincia de Buenos Aires”, destacó.
En relación a la reforma, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, ratificó ayer un “paro” de productores agrarios en protesta por la nueva ley de reforma impositiva bonaerense, que no incluirá cortes de ruta pero sí un cese para la comercialización de carne y granos durante una semana.
“El campo está pagando en este momento más del 75% en promedio de su percibido, de sus ingresos, en impuestos provinciales, municipales y nacionales, cosa que no sucede con ningún otro tipo de propiedad”, aseguró.
En declaraciones a radio Continental, Biolcati se quejó de que “lamentablemente no nos ha quedado otra salida después de intentar buscar soluciones alternativas. No hemos sido escuchados para nada”.
El dirigente rural sostuvo que “la idea no es bloquear las rutas, simplemente manifestar nuestra disconformidad con actos y presencia en distintos puntos del interior del país, y no comercializar hacienda ni granos durante una semana”. Dijo que la medida de fuerza “tiene un efecto ante la población que, creo, no se va a notar todavía demasiado”.