inicia sesión o regístrate.
El pasado 9 de junio, leí en la página 24 del diario El Tribuno: “Apoyan a la escuela en la que golpearon a un niño salteño”, y no puedo creer la actitud de un pueblo que convocó a una marcha para “apoyar” y la de una escuela, para “defender el buen nombre del pueblo”. Aquí se trató de un grupo de niños violentos que atacaron malamente a un compañero. Tal vez por ser moreno y no tener tonada cantora. Qué equivocados que están! Son los agresores a los que habría que tirarle las orejas y concientizarlos del grave daño que causaron. Son alarmantes y terribles los episodios que se están viviendo. Los niños violentos son producto del hogar donde se forman o deforman, con el agregado de la televisión que les anestesia el cerebro y les introduce más mal que bien.
Esperamos que las autoridades educativas pongan todo en su lugar y que el pueblo de Fighiera entienda que no hay que defender a una escuela que nadie ataca, sino sancionar a un grupo de inadaptados que se comportaron como fieras.
Les preguntaría a cada uno de esos padres; si hubiera sido su hijo el agredido ¿qué harían?
Háganse cargo los mayores, que son los responsables de la conducta de sus hijos.
Carmen Rosa de Lisi
Ciudad