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Acabo de visitar un “país en serio” (el nuestro pasó a ser uno con buena gente). Estuve una semana en Chile. Su gente es educada y atenta. Tienen muchos problemas, pero reina la amabilidad y la seriedad para encararlos. A manera de ejemplo: las manzanas cuestan $5 el kilo. Además, acaban de poner en funcionamiento un submarino que fue arrasado dentro de un dique flotante por el maremoto de febrero del 2011, en la ciudad de Talcahuano. Esto les llevó solamente cinco meses de denodados esfuerzos, pero ya volvió a la “manada”. Siempre fueron odiosas las comparaciones, pero ver la seriedad con la que encaran su vida, signada por los movimientos sísmicos y que a pesar de ello han levantado en Santiago el edificio más alto de Sudamérica, (100 pisos) me generó alguna sana envidia.
En la Argentina, país al que adoro, no se pudo reparar nuestro rompehielos Almirante Irízar, que ya lleva cinco años de haberse incendiado y las manzanas no bajan de $14 el kilo. Ni hablar de los préstamos para viviendas a 30 años. Además, se nos agregan los problemas cotidianos de cortes y paros. Creo que no nos dejan comprar dólares para que, si viajamos, no comparemos...
Mercedes Campos
Capital Federal