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27 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Apta para el cuidado de sus hijos

Jueves, 07 de junio de 2012 20:19
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Un certificado médico expedido por profesionales del hospital San Bernardo, entre ellos la doctora María Alejandra Collivadino, reza lo siguiente: “La paciente María José Arepia, bajo tratamiento psiquiátrico con psicoterapia presenta buena evolución al momento de actuar y se encuentra en condiciones de desarrollar una vida normal. Apta para el cuidado de sus hijos. Salta, 12 de abril de 2012”. Asimismo, otros certificados expedidos por otros médicos, aseguran la total curación de la dependencia farmacológica que presentaba años atrás, “incluso recuperó su peso normal y se alimenta correctamente”, señalan.
Con estas documentaciones, María José, inició, meses atrás, su lucha por la recuperación de la tutela de sus tres hijos.
Sin embargo, sólo consiguió desprecio de su ex pareja y silencio de la Justicia.
La joven mujer relató que sus trastornos alimentarios comenzaron en la adolescencia, y, dijo: “Llegué a tener un físico escultural, cuya imagen día a día me fue arrastrando hacia las pastillas, las dietas, los vómitos provocados, el cambio de humor y los profundos pozos depresivos. Me casé con toda la pompa a los 23 años, pero nunca fui feliz. Siempre fui esclava de mi cuerpo y de las pastillas. Tras años de ingesta sobrevino el terror de la violencia física y la tortura psíquica hasta hacerme sentir un estropajo. Mi exmarido, entonces, empezó a golpearme cuando yo comencé a arreglarme para salir, a veces por celos otras sin ninguna razón. Pensaba, por aquellos tiempos, ‘es celoso porque me quiere’ y ese razonamiento me hacía olvidar paliza tras paliza, hasta que me mandó al hospital. Vencida, me refugié en mis hijos, pero fue peor porque las golpizas continuaron, incluso delante de ellos. Un día me animé a denunciarlo. Ordenaron tres exclusiones de hogar contra él, pero mi adicción me jugó en contra y a la hora de decidir, la Justicia le otorgó la tutela provisoria, aunque a cinco años parece para siempre”.

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