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Un complejo grupo de instructivos y un contexto económico de fuerte presión tributaria es el escenario de incertidumbre en el que se mueve la empresa argentina. Para contrarrestar tantas variables dispares, las empresas han lanzado, como en una suerte de “boom”, la capacitación interna sobre cómo cumplir con la AFIP y la Anses. Los cursos entre las pymes están a la orden del día y apareció la necesidad del conocimiento impositivo particular para cada rubro productivo y, sobre todo, para los que se desempeñan en el comercio exterior.
El aumento de la complejidad en los procedimientos administrativos y tributarios, la necesidad de aumento de la recaudación por parte de la AFIP y de los organismos de recaudación de las provincias, la mayor idoneidad requerida para los negocios hacen imperativo tener una estrategia. Ese camino que están recorriendo las distintas empresas es la capacitación a sus áreas específicas de liquidación de impuestos y contribuciones al fisco.
Al finalizar los seminarios breves, a cargo de distintas consultoras que asesoran habitualmente a los empresarios, los asistentes habrán adquirido los conocimientos necesarios para detectar y adoptar una estrategia para enfrentar los problemas más graves que se pueden presentar en la relación con los organismos recaudadores, fundamentalmente con la AFIP. En algunas fuentes empresarias, sobre todo en el rubro del comercio exterior y en las casas de cambio y bancos, los cursos de capacitación se suceden no menos de uno por bimestre. Es que la presión fiscal y los controles persistentes de los organismos fiscalizadores han inducido a que las empresas destinen recursos financieros para la capacitación. Esta está dirigida a los directivos de las empresas que deseen conocer las estrategias posibles frente a la normativa que usan tanto AFIP como Anses. Por supuesto que los más asiduos concurrentes a los cursos son los contadores y abogados que asesoran a las empresas.
Los asistentes previamente recibieron otro curso, el de informática especializada en liquidación tributaria, para poder tener acceso a una PC con recepción de audio (auriculares o parlantes) y conexión a internet, soportes electrónicos con los que se dicta ahora la capacitación.