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Minutos de tensión se vivieron ayer en los tribunales de Comodoro Py cuando Hebe de Bonafini y Sergio Schoklender se cruzaron en sus pasillos. La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo había concurrido al lugar para ratificar la denuncia contra su exapoderado por amenazas.
El cruce de miradas ocurrió en el tercer piso de los Tribunales. Bonafini y Schoklender solo se miraron, pero no se dijeron ni una palabra.
Bonafini fue recibida por el juez Ariel Lijo (quien reemplaza a la jueza María Servini de Cubría), ante quien ratificó la denuncia y aportó el nombre de testigos que dijeron haber visto en cercanías de la Asociación a Schoklender. Lijo ordenó medidas de prueba para determinar los llamados recibidos por los teléfonos de la Fundación y citó testigos aportados por la denunciante.
Por su parte, Schoklender concurrió para también aportar el nombre de personas que habrían estado con él en Pilar el día en que habrían tenido lugar las amenazas. Además, aportó su teléfono celular a fin de ser examinado sobre las llamadas entrantes y salientes, puesto que Bonafini denunció que en una de las llamadas le expresaron: “Ya estoy en libertad, y no descansarán”.
Las llamadas intimidatorias
Anteayer, la titular de Madres dijo que el autor de las amenazas en su contra es Sergio Schoklender y que “desde que el imputado obtuviera el beneficio de la excarcelación y recuperara su libertad, vengo recibiendo llamadas telefónicas donde se escuchan risas, zumbidos, extraños ruidos, y una voz poco audible”.