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Más infalible que las aduanas y menos aleatorio que los cuestionarios, el análisis de las huellas de drogas en las aguas residuales ofrece una fotografía bastante fiel del consumo de cocaína, éxtasis o cannabis en una ciudad, estima un estudio europeo.
El consumo de cocaína está más extendido en el oeste y centro de Europa y el éxtasis se consume particularmente en Holanda, la ciudad portuaria belga de Amberes y Londres, según un comparación inédita de huellas de drogas detectadas en las aguas residuales de 19 ciudades en 11 países europeos. Este tipo de análisis se realiza desde hace varios años, pero el estudio publicado por la revista Science of the Total Environment es el “primero a escala europea”, según sus autores.
En ciudades grandes como Londres, París, Barcelona y Milán y en otras más modestas como Castellón (España), Amberes (Bélgica), Utrecht (Holanda) y Umea (Suecia), analizaron las aguas residuales durante una semana completa, en marzo de 2011. Rastrearon los marcadores urinarios de varias drogas -cocaína, éxtasis (o MDMA), anfetaminas, metanfetaminas y cannabis- y compararon los índices por habitante. “Nuestro enfoque da resultados fieles”, estimó Kevin Thomas, director de investigación del Instituto Noruego de Investigación del Agua (NIVA).